La selección española de rugby femenino se proclamó campeona de Europa por séptima vez el pasado 30 de marzo. La final, donde 'Las Leonas' vencieron a Holanda por 54 a 0, registró un nuevo récord de asistencia en un partido de rugby femenino en España, tal y como confirmó la Federación Española de Rugby: 8.900 espectadores. Entre las ganadoras estuvo la catalana Anna Puig (Barcelona, 1999), capitana del Sénior Femenino de la U.E. Santboiana, club de rugby más antiguo del Estado.
-Empecemos por el principio: enhorabuena.
-Muchas gracias. Este Campeonato de Europa es mi segundo título internacional absoluto; el año pasado ya estuve en la consecución del europeo de Bélgica.
-¿Cómo vivieron el récord de asistencia?
-Muy positivamente: la jugadora 16 fue determinante para ganar. Sabemos que es fundamental para llegar al Mundial. Nos sorprendió tanta gente y mola mucho tener un Central lleno, como si jugaran los chicos.
-Otra
-Sí, la verdad es que estamos contentas con cómo se nos está tratando. Últimamente se está hablando bastante de deporte femenino.
-¿Por qué eligió el rugby y no otro deporte?
-Porque iba a los entrenamientos de mi hermano, que ya jugaba en Sant Boi. Me dejaron un día entrenando con los pequeños y seguí. Mi madre ni se acuerda de a qué edad empecé, pero se supone que a los 5 años.
-Aparte del rugby, ¿quién es Anna Puig?
-Estoy en segundo de Medicina: me atrae mucho ser forense. Entre la carrera y las 13 horas semanales que invierto en el rugby contando gimnasio, entrenos en Sant Boi y con la catalana, suelo estar ocupada (ríe).
-Empezó jugando con los chicos. ¿Cómo fue el cambio?
-Sí: a los 16 te pasan con las chicas. Con los chicos quizás era más bestia, más dinámico... siempre digo que las chicas nos preguntamos más por qué hacemos tal jugada o nos preocupamos más por lo que nos dirá el entrenador si lo hacemos mal.
-¿Ha vivido alguna mala experiencia, quizá machista, en el rugby?
-Personalmente, no. En el rugby hay mucha cordialidad, y eso me gusta especialmente. Si el árbitro dice que no es ensayo, no es ensayo. No se le discute. Cuando haces la marca y chutas a palos para transformar, todo el mundo se calla: silencio absoluto para el chutador. Lo noté mucho en la final.
-¿Y cuál es su mejor recuerdo de todos estos años?
-Hace dos o tres temporadas, cuando estábamos pendientes de descender pero ganamos en nuestro estadio, el Baldiri Aleu. Todo el mundo nos vino a animar y jugamos muy bien.
-Hábleme de cómo se lleva jugar en el club de rugby español más antiguo.
-Ahora no lo noto tanto, pero de pequeña sí que, cuando nos ganaban, escuchabas el típico "buah, ¡hemos ganado a Sant Boi!" (ríe). La gran diferencia para mí es que esto es un club y pasas por todas las categorías. Por ejemplo, otros equipos no tienen escuela; eso es lo que me gusta del club.
-¿Y en la selección?
-El ambiente es muy bueno y, aunque hubo un cambio generacional tras el Mundial, no se nota la diferencia. Casi todas estudiamos, excepto las que trabajan y tienen que pedir un día sin sueldo, porque es lo que hay aquí... de todas, quizá una o dos se ganan la vida con el rugby.
-¿Se ha planteado dejar el rugby?
-Yo siempre he dicho que, si llegas a unos Juegos Olímpicos, al día siguiente lo dejas. Porque es lo máximo a lo que puedes aspirar como deportista. Si me lo puedo compaginar, genial, pero tengo claro que me atrae mucho ser forense y me gustaría trabajar de ello.