Gente Corriente

Barnaby Wass: "Fue mucho peor saber del cáncer de mi hijo que del mío"

La experiencia del cáncer en su familia ha dibujado en él a un emprendedor en responsabilidad social

Barnaby Wass, vicepresidente mundial de TransPerfect.  / ELISENDA PONS

Su hijo superó una leucemia con 18 meses. Pero fue la experiencia de ser padre, la que le ayudó a superar su propio cáncer. En el gran reto de vencer a esas células malignas que algún día lograremos desactivar, Barnaby Wass (Poitiers, 1975) descubrió el valor del cojín que supone la atención altruista de Associació de Familiars i Amics de Nens Oncològics de Catalunya (AFANOC), con actividades y mimo a los pequeños pacientes y sus familiares. Lo vivió a través de la leucemia de su hijo. Y desea incentivarlo. El sábado, 27, en la sierra prepirenaica del Catllaràs (Berguedà y Ripollès), pruebas de orientación y carreras para niños y adultos subirán al podio el gran regalo de la solidaridad. La jornada deportiva ha sido pensada para sumar dinero destinado a la labor que la Afanoc realiza acompañando el día a día de quienes cruzan el incierto y delicado camino oncológico.

Se propone recaudar 50.000 euros con la web https://transperfectmountainchallenge.com/

Es la oportunidad que brinda el éxito en la vida profesional de contar con recursos y utilizarlos para devolver a la sociedad labores altruistas. Y en mi caso he podido contar con las personas increíbles de mi equipo para sumarse a ello. También es un medio para que los equipos se sientan bien a través de estas acciones y con su trabajo en la empresa. Todas las partes salen ganando.

¿Qué admira más de Afanoc?

Sobre todo a sus voluntarios. Todos de algún modo han vivido la enfermedad de cerca, por eso su trato con quien pasa por ella es muy especial y próximo. En la planta de oncología instalaron neveras y taquillas para los familiares. Mi esposa prácticamente vivía allí. Las salas de juego para hacer más fácil la estancia de los niños y el alojamiento cerca del hospital del Vall d’Hebron, la Casa dels Xuklis, para familias que vienen de lejos, todo eso es una parte impagable que hace que las ganas de ayudar a que puedan seguir haciéndolo surjan de modo natural.

¿Elegir una actividad deportiva para recaudar esos fondos tiene su significado también porque hablamos de enfermedad?

Mucho. Cuando mi hijo ya se había recuperado, a mí me detectaron otro tipo de cáncer sanguíneo. Y sabiendo que me esperaban tres años de tratamiento con fármacos, enseguida que pude empecé a hacer deporte. Para mí salir a correr es una manera de ayudar a eliminar toxinas.

¿Qué siente que se mueve en su interior?

Siento el rendimiento, que me mantengo en forma, la disciplina regular me hace sentir que la superación de uno mismo es posible, en el deporte y en la vida. Y me doy cuenta de la increíble capacidad que tiene el cuerpo humano de regenerarse y combatir las enfermedades.

¿Qué fue más difícil de encajar, la noticia del cáncer de su hijo o la del suyo?

Sin duda, fue mucho peor recibir la de nuestro hijo que, además, nos llegó de una forma muy fría. Precisamente, cuando yo supe de mi cáncer, el hecho de ser padre me hizo sentir 'no puedo morir', sentí muy fuerte mi responsabilidad como padre.

¿Cómo concilió su proceso oncológico con su actividad profesional?

El trabajo fue una de mis mejores ayudas. Mi jefe (en la central de TransPerfect en Nueva York), en lugar de apartarme de mi trabajo, me continuó dando responsabilidades, incluso más. Y es algo que agradezco, porque me ayudó a sacar fuerzas para continuar.

Y ahora ha aceptado su voluntad de aportar ganancias de la empresa a Afanoc.

La responsabilidad social corporativa es algo que en Estados Unidos está muy asumido. Nuestra empresa ya colabora con dos oenegés allí: Girls who Code y V Foundation. Ahora sumamos nuestro compromiso de contribuir también en Europa con una, que garantiza la gran ayuda de Afanoc.