Losvecinosde Sants se sienten abandonados. Una vez finalizadas las obras de lainfraestructuradel AVE, aunque duermen más tranquilos, se lamentan de que no se urbanice elcajónsobre las vías del tren. Algunos vecinos, lectores deEL PERIÓDICO, han mostrado así su indignación ante elproyecto urbanístico inacavado.
Ir a Badal para cruzar
Me parece una vergüenza, para ir al otro lado del cajón tienes ir hasta el paso subterráneo de Badal o a la plaza de Sants. En el primer caso, además corres el riesgo de encontrarte de noche con grupos de jóvenes conflictivos, por lo que tienes que curzar la Gran Vía y subir por la calle de Tarragona si quieres ir más seguro hasta casa.
Man Hoh Tang Serradell / Barcelona
Chapuza Urbanística
En primer lugar, las vías deberían de haberse soterrado, en lugar de dividir el barrio en dos. Lo del cajón es surrealista, una chapuza urbanística. Además, el proyecto de urbanización de la zona está parado. Lo único en que hemos ganado es que no hay ruido, exceptuando el tramo desde Riera Blanca a Antoni de Capmany, donde las vías pertenecen al metro y no están insonorizadas como las de Renfe.
Edgar Agon Pérez / Barcelona
Promesas incumplidas
Es una verdadera vergüenza que una obra faraónica como esta lleve mas de una década molestando a los vecinos (ruido, polvo, aceras, rotas, etc.) y ni el anterior alcalde ni el presente hayan acabado el proyecto. Espero que los vecinos recordemos las promesas incumplidas cuando los políticos vengan a pedirnos el voto.
José Luis Vázquez / Barcelona
¿Pero no han terminado las obras?
Vivo muy cerca de la para de metro se Santa Eulalia y he visto cómo evolucionaban las obras día a día. El resultado no es de nuestro agrado, ya que nos parece realmente feo y desentona con el barrio. De hecho, pensaba que aún no habían terminado las obras. ¿No podrían haber hecho zonas verdes, un parque o un paseo con bancos y palmeras como en rambla de Badal?
R.M.F / Barcelona
Ciudadanos de tercera
Vivo en el barrio y, después de sufrir años de ruidos e inconvenientes por las obras, ahora han quedado inacabadas y en un estado de provisionalidad lamentable. Ningún tipo de urbanización, ninguna zona verde, zonas que parecen abandonadas e invitan a la delincuencia. Además de dividir el barrio, la zona queda por urbanizar. Somos ciudadanos de Barcelona de tercera categoría. Si comparamos cómo se ha urbanizado en la zona franca el paseo que hay debajo de la L-9 (es un polígono industrial) con lo que han hecho en un barrio habitado, se puede comprobar el interés del consistorio en los vecinos de Sants.
Carme C. Ferrer /Barcelona
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