Tras el covid-19

El Pirineo de Lleida en autocaravana

El privilegio del viaje integrado en el paisaje, sin previas reservas ni horarios

La montaña de los Encantats, en el Parc Nacional d’Aigüestortes i Estany de Sant Maurici / IMMA COY

Motor en marcha y nos ponemos en ruta. Viajar con el dormitorio, la ducha y cocina con nosotros es el lujo de la verdadera libertad. Primero porque desplazarse en autocaravana no requiere grandes preparativos, tan solo el vehículo a punto mecánicamente, que si es de alquiler ya lo estará, y nuestra ropa de recambio. Incluso las provisiones alimentarias las podremos adquirir sobre la marcha, de camino a cualquier destino. Hacernos con productos como verduras y frutas frescas de km 0, o quesos, pan y embutidos elaborados artesanalmente, vino, aceite o miel, le sumará un gran estímulo a nuestra experiencia en ruta. Y siempre con ese plus que brinda el viaje en autocaravana, poder acostarse viendo la puesta de sol y despertar en medio de la naturaleza en plena calma al pie de las montañas o junto al mar. Para quien se inicie en el mundo de la autocaravana, en la web de fabricantes y comerciantes de estos vehículos, Aseicar, hay información sobre compra y alquiler de autocaravanas. Y existen diversas webs y aplicaciones móviles,  como Áreas AC, que informan sobre áreas de estacionamiento con servicios para autocaravanas, muy útiles para este tipo de viajes, la gran aventura de moverse con un hogar sobre ruedas, en vacaciones o en escapadas de un par o tres de días. Y nuestra ruta elegida para practicarlo en esta ocasión es el Pirineo de Lleida, una ruta entre montañas cruzando diversas comarcas.