El municipio de Tossa de Mar (Selva), un destacado destino turístico de la Costa Brava, regulará el aforo a su centro histórico, así como a otros de sus espacios más visitados, con controles de temperatura a todos los visitantes, informa Efe.
Según informa el consistorio, la prueba termométrica se realizará en puntos de entrada al recinto amurallado y se excluirá a los vecinos que residen allí.
La iniciativa pretende controlar un posible exceso de turistas en espacios concretos como la entrada al museo, el faro o la estatua de homenaje a Ava Gardner.
Estudio de otros puntos de control
El ayuntamiento estudia también la ubicación de otros puntos de control de temperatura en la entrada a la localidad o en los aparcamientos, lo que se ve facilitado por el hecho de que los accesos al municipio se limitan a las carreteras que conectan con Lloret de Mar y Llagostera.
Una aplicación permitirá además que los turistas conozcan la situación en cada momento para decidir el lugar al que se dirigen y evitar así que se congestionen algunas zonas.
La alcaldesa, Imma Colom, ha explicado que es "importante dar tranquilidad y seguridad a los residentes, visitantes y propietarios de segunda residencia". "No tenemos que dar la sensación de excesivo control, pero sí ofrecer facilidades y marcar unas pautas para mantener el municipio libre de contagios y conseguir, además, que los visitantes disfruten de la tranquilidad y los encantos naturales de la villa".
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