ESFUERZOS CONTRA LA PANDEMIA

Unas medidas necesarias para evitar más contagios

Áltima ha tomado todas las medidas necesarias para minimizar los riesgos en sus centros desde el comienzo de la pandemia. Ahora, con la llegada de la segunda ola del covid-19, redobla esfuerzos para continuar ofreciendo unos espacios seguros

La compañía está tomando estrictas medidas para minimizar el riesgo de contagios en sus centros

Tras las restricciones impuestas durante el pasado mes de marzo en relación con el normal funcionamiento de velatorios y ceremonias, debido a la grave crisis sanitaria del coronavirus que estamos viviendo, y una vez finalizado el estado de alarma decretado por el Gobierno, la actividad del sector funerario se retomó bajo unos exigentes requisitos de seguridad sanitaria, en la etapa que se conoció como desescalada.

En este contexto, desde Áltima tuvieron claro en todo momento que ese debía ser el objetivo número uno durante el proceso de desescalada: continuar proporcionando sus servicios, con la calidad de siempre, y con todas las garantías de seguridad para los usuarios, cumpliendo por lo tanto estrictamente con las medidas de contención establecidas por el Ministerio de Sanidad.

Contener los contagios

Tan pronto como se pudieron retomar los velatorios y las ceremonias, la compañía implementó toda una batería de medidas de contención para minimizar al máximo los riesgos de contagio en los eventos que tienen lugar en sus instalaciones.

Así, en lo que respecta a los velatorios, Áltima limitó la asistencia a un máximo de diez personas de forma simultánea en las salas de todos sus centros. Asimismo, se implantó la obligatoriedad de mantener una distancia de seguridad de dos metros entre los asistentes que, en todo momento, tendrían que llevar puesta la mascarilla. Además, con el fin de apuntalar y reforzar aún más estas medidas de contención, la compañía evitó en todo momento la apertura de salas de vela contiguas, instaló dispensadores de gel desinfectante y facilitó hasta diez mascarillas a cada una de las familias que hizo uso de las salas, para una mayor seguridad sanitaria.

En cuanto a las ceremonias en los oratorios, también se tomaron unas estrictas medidas para controlar al máximo la posibilidad de contagios. Por lo pronto, el aforo se limitó a un tercio de la capacidad de los espacios y todos los asistentes debían llevar puesta la mascarilla, respetando en todo momento la distancia de seguridad de un metro como mínimo. Algo que facilitaron sin duda desde la compañía, con la señalización oportuna de los asientos que podían ser ocupados. Del mismo modo, igual que ocurrió en los velatorios, en el acceso a los oratorios se instalaron dispensadores desinfectantes de manos. Sin olvidar que todas las instalaciones se limpiaron y desinfectaron con frecuencia y, por supuesto, siempre después de cada uso.

Por otra parte, también se instauraron severas medidas de contención respecto a las comitivas de acompañamiento al entierro o la incineración de los difuntos. Sin ir más lejos, las comitivas se limitaron a un máximo de 15 personas, más un ministro de culto, que debían llevar la mascarilla puesta siempre, manteniendo al menos dos metros como distancia mínima de seguridad. Los cementerios y crematorios han dispuesto en todo momento de gel desinfectante para las familias y, con vistas a evitar aglomeraciones, se ha controlado tanto la entrada como la salida de personas en los accesos principales de tanatorios, crematorios, cementerios y oratorios.

Medidas externas

No obstante, además de las citadas medidas de contención, Áltima ha implementado otras medidas extra de prevención con el objetivo de minimizar el riesgo de contagio entre usuarios y personal de la empresa. Por ejemplo, se ha priorizado durante estos meses la atención telefónica en los centros y oficinas y si las gestiones presenciales eran imprescindibles, las mismas se limitaban a un máximo de dos personas, en función de las instalaciones.

Del mismo modo, la compañía ha instalado mamparas protectoras en la recepción y los despachos de atención a las familias; ha facilitado pantallas faciales protectoras al personal empleado de estas áreas; ha colocado dispensadores de gel hidroalcohólico, y ha colocado paneles informativos explicando las medidas de protección, seguridad e higiene en distintos puntos de todas sus instalaciones. Además, se ha señalizado debidamente el suelo de las zonas comunes, uno de los puntos junto a los servicios que más han visto reforzadas las  labores de limpieza y desinfección. Por último, en cuanto a los trabajadores de la compañía, desde Áltima han garantizado en todo momento el suministro de los equipos de protección individual necesarios para un desempeño seguro de sus funciones, así como la organización de los horarios por turnos, a fin de asegurar un menor riesgo de contagio.

La segunda ola

Por desgracia, la pandemia aún no ha acabado y la llegada de una segunda ola (más potente de lo que todos hubiéramos querido), ha hecho que Áltima redoble sus esfuerzos, con nuevas medidas de contención y prevención. De hecho, desde el pasado 16 de octubre, la empresa ha comunicado que sus asesores reducirán al máximo el contacto con las familias, con un máximo de dos personas en la tramitación, quienes deberán llevar mascarilla, evitando en todo momento el contacto físico.

Además, hasta nueva orden, no se realizarán tramitaciones en domicilios o residencias (salvo casos excepcionales); no se acondicionará ningún difunto declarado positivo; y se reduce el aforo en velatorios a seis personas como máximo, con la obligación de utilizar mascarilla y de mantener siempre, al menos, metro y medio de distancia de seguridad. En cuanto al aforo del oratorio o centro de culto, se reduce al 50%. La asistencia a los entierros en caso de inhumación se limita a seis personas y la presencia en crematorios, por las dimensiones de las salas, se fija en tres personas.

Apoyo constante

Áltima ha ofrecido desde los primeros momentos de la pandemia, al comienzo del confinamiento de marzo, un servicio gratuito de asistencia telefónica al duelo (900 533 264). Ante las restricciones impuestas por la terrible evolución de la pandemia, la compañía no ha querido dejar de asesorar y acompañar a las familias en un momento tan duro como el que supone perder a un ser querido. Así, a través de este servicio coordinado por un equipo de profesionales especializados en el duelo, las familias que lo han necesitado han recibido apoyo psicológico en estos meses tan complicados.

Por último, desde Áltima recuerdan se ha incrementado la frecuencia de limpieza en todos los espacios de sus instalaciones, de acuerdo a la nueva normativa vigente. Las floristerías de los tanatorios permanecerán abiertas, a diferencia de las cafeterías, que estarán cerradas al público, salvo para ofrecer servicio de recogida, siempre con cita previa.

Evidentemente, todos deseamos que esta etapa de excepcionalidad sanitaria acabe cuanto antes, pero mientras tanto Áltima continúa poniendo todo de su parte para que sus instalaciones continúen siendo espacios seguros de covid-19.