El president de la Generalitat y candidato de ERC a la reelección, Pere Aragonès, ha participado este jueves en el ciclo de entrevistas 'Catalunya decide', organizado por EL PERIÓDICO con motivo de las elecciones catalanas y oficiado por el director Albert Sáez, y ha marcado los principales ejes de su plan de gobierno en una carrera electoral en la que aspira a repetir un segundo mandato el frente del Govern. 

Durante la entrevista, a cargo de la jefa de Política del diario, Júlia Regué, el president ha cargado contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por su amago de dimisión y le ha acusado de haber "debilitado el bloque de la investidura". "Ahora tenemos menos confianza que la legislatura llegue al final", ha lamentado. Lo que plantea Aragonès es que Sánchez ha sido frívolo con este período de reflexión de cinco días porque lo único que ha hecho es generar "inestabilidad" en el Congreso y también para su imagen internacional. Además, ha aprovechado la maniobra de Sánchez para criticar a los socialistas catalanes por su papel en la campaña electoral catalana. "El PSC no tiene propuesta para Catalunya y por eso tira de sentimentalismo", ha concluido.

Pese a las críticas contra Sánchez por haber debilitado el bloque de la investidura, Aragonès ha expuesto que su partido seguirá contribuyendo a la gobernabilidad si el PSOE cumple con los acuerdos que en su día firmó con ERC. "Nosotros somos gente de cumplir los pactos", ha dicho. Estos acuerdos, ha recordado, pasan por culminar la amnistía, el traspaso a la Generalitat de Rodalies y también del Ingreso Mínimo Vital (IMV). Pero no se que quedado aquí y ha recordado que también implicaban al PSOE a dos procesos de negociación con la Generalitat: uno para explorar la celebración de un referéndum y otro para que Catalunya tenga una financiación singular.

Quedan diez días de campaña electoral y el president ha intensificado los dardos hacia sus dos grandes rivales el 12-M, el PSC y Junts. Una de sus ideas clave es presentar ERC como el partido que más se preocupa por los problemas ciudadanos mientras acusa a socialistas y posconvergentes de poner trabas siempre que pueden. Uno de los ejemplos que ha citado son los recelos que tanto el PSC como Junts han formulado contra la decisión de la Generalitat de limitar los precios del alquiler. "Siempre se ponen de acuerdo para dificultar la acción transformadora del Govern", ha lamentado.

ERC lucha contra el PSC por el voto progresista, pero también tiene abierta una disputa con Junts por el voto independentista. Al partido de Carles Puigdemont le ha recriminado tener una propuesta "personalista" -de culto al líder- y también una concepción patrimonialista de la Generalitat. En este último reproche se refería a unas palabras de Turull a EL PERIÓDICO cuando dijo que Puigdemont era "el único" que había "mantenido la dignidad del cargo estos años". Aragonès ha lamentado estas palabras: "La Generalitat no es una propiedad de ningún partido político".

Programa electoral

El president ha aprovechado la cita con EL PERIÓDICO para incidir en los tres grandes ejes de su programa electoral que son el referéndum, la financiación singular, y el refuerzo del Estado del Bienestar. La intención del president es combinar sus propuestas en relación al 'procés' -el referéndum- con las que están enfocadas a mejorar el día a día de los ciudadanos -la financiación y el Estado del Bienestar-.

Aragonès ha hecho énfasis en la necesidad de una nueva financiación para acabar con el déficit fiscal de la Generalitat respecto al Estado, que ha situado en los 22.000 millones anuales. "En Catalunya hay dos cosas que no cambian nunca, la ley de gravedad y el déficit fiscal", ha ironizado. Su propuesta de financiación pasaría porque la Generalitat recaude y gestione de forma íntegra los 52.000 millones en impuestos que se pagan cada año en Catalunya. Luego haría un pago al Estado por los servicios que presta en Catalunya y abonaría una cuota de solidaridad interterritorial.

Plan contra la burocracia

Aún en el capítulo de propuestas, el president ha anunciado que, si repite en el cargo, promoverá un pacto nacional para la simplificación y la mejora de la administración. Esto significa que convocará a partidos políticos, ayuntamientos, colegios profesionales, cámaras de comercio, sindicatos y patronales para pactar un plan de medidas para reducir la burocracia de la administración catalana. Son varios sectores, como por ejemplo el del campo, que se han quejado por el exceso de trámites que tienen que hacer cuando se relacionan con la Generalitat.

Aunque la intención del president es pactar todas las propuestas con estos actores políticos y sociales, ya ha lanzado algunas ideas. Por ejemplo, impulsar una nueva ley de función pública y también que se puedan gestionar desde Catalunya las convocatorias para cubrir las plazas de secretarios e interventores de los ayuntamientos. Aragonès considera que estas figuras son claves en la desburocratización y no gozan de la suficiente protección y estabilidad en los entes locales. Otra de las claves para reducir el papeleo, según el president, es que la Generalitat invierta mucho más en tecnología e inteligencia artificial. El sector financiero, según ha destacado, llega a invertir en esta cuestión el 10% de sus ingresos.

Aragonès ha acudido al acto de EL PERIÓDICO acompañado de la consellera de Economia, Natàlia Mas, y del conseller de Empresa, Roger Torrent. También ha destacado las presencia entre el público de los diputados en el Congreso, Teresa Jordà y Francesc-Marc Álvaro, del senador Joan Queralt, del delegado de la Generalitat en Madrid, Joan Capdevila, y del director del Institut d'Estudis d'Autogovern (IEA), Joan Ridao.