Las repercusiones del 12M

Las elecciones catalanas congelan las relaciones del Gobierno con ERC y Junts

Sánchez y Aragonès, el pasado diciembre en el Supercomputing Center de Barcelona. / MANU MITRU

Ni reuniones en Ginebra con Junts ni mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat. Pedro Sánchez ha pactado con las formaciones independentistas un paréntesis en su relación hasta después de las elecciones catalanas del 12 de mayo. La suspensión de los diferentes espacios de negociación comprometidos con Junts y ERC va en la misma línea de la renuncia a presentar Presupuestos. Por un lado, obedece a la tendencia de todos los partidos a abrazar posiciones de máximos en el contexto electoral. Por otro, mantiene el juego de equilibrios al que se ve obligado el Gobierno ante la espiral competitiva entre posconvergentes y republicanos para rentabilizar sus negociaciones. No se hará “nada que unos u otros puedan aprovechar electoralmente”, justifican fuentes de la Moncloa.