Cada mes que pasa, una finca completa de la Dreta de l’Eixample, a veces previa expulsión de los vecinos con raíces en el barrio, ha sido convertida en una promoción de viviendas vendidas o alquiladas a precio de lujo, merezcan o no ese calificativo. Calle de Nàpols, 72 metros cuadrados, 780.000 euros. Apartamento en alquiler por temporada, 18.000 euros por 32 noches. Domicilio de una única habitación, 48 metros cuadrados, desde 435.000 euros. Decenas de pisos a uno, dos, tres y hasta 4,7 millones de euros. La Associació de Veïnes i Veïns de la Dreta de l’Eixample acaba de completar un exhaustivo y trabajadísimo informe sobre qué ha sucedido con las 74 fincas que fueron compradas con esos propósitos antes citados entre enero de 2016 y octubre de 2022. 74 propiedades verticales en 82 meses. Lo han titulado sus autores ‘Gentrificación y vivienda de lujo’ y lo que retrata es un tejido social preocupantemente aquejado por metástasis del llamado ‘alto standing’.
Gentrificación sin fin
La Dreta de l'Eixample destina cada mes una finca completa a pisos de lujo
Girona, 34, finca reformada y con pisos a la venta entre uno y tres millones de euros. /
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