Entre el Eixample y Ciutat Vella

La inminente retirada de la losa de Sant Antoni reaviva el debate sobre el tráfico

  • Grupos vecinales toman posiciones ante el inicio de las obras para eliminar la controvertida plataforma de hormigón, mientras el gobierno municipal tiene pendiente adjudicar su plan para recuperar parte de la circulación

La losa de la carpa del desaparecido mercado provisional en la ronda Sant Antoni. / Joan Cortadellas

La absoluta rareza que supone que el pavimento de un mercado provisional desmontado siga cubriendo parte de una calle amplia y céntrica de Barcelona causa aún un debate vivo. La losa que envuelve un tramo de la calzada de la ronda de Sant Antoni empezará a retirarse en noviembre, cuatro años después de desmantelarse la carpa del mercado provisional. Mientras tanto, las entidades vecinales toman posiciones ante la reforma para reabrir la vía en que confluyen los distritos de Eixample y Ciutat Vella. La controversia que ha rodeado a la losa y el plan para remodelar la ronda ha enconado las discrepancias entre grupos vecinales de signo contrario, con posiciones totalmente antitéticas ante la previsión del Ayuntamiento de Barcelona de permitir que autobuses y vehículos de mercancías circulen de nuevo por la arteria que, sea por obras o por la tarima de hormigón sobrepuesta sobre la vía, lleva cerrada a la circulación desde hace 15 años. 

Las discrepancias entre partidarios y detractores de devolver el tráfico a la ronda vuelven a aflorar mientras el consistorio tiene pendiente concretar el proyecto de obra definitivo para que los vecinos lo avalen y adjudicarlo después para que empiece la construcción, que no se cuenta que arranque antes de las elecciones municipales del próximo mayo. En todo caso, el gobierno municipal anunció en junio pasado que el trazado de la calle se dividirá con un carril bici bidireccional, zonas de carga y descarga con horario limitado de lunes a viernes y un vial para autobuses solo en un sentido, en dirección Urgell y solo abierto en días laborables. 

La propuesta municipal intentaba acercar posturas entre quienes abogaban por recuperar al menos parte del tráfico para atajar las denuncias por incivismo y pequeña delincuencia en torno a la losa y quienes abogaban por sustituirla por un paseo peatonal. Sin embargo, la idea sigue sin gozar de consenso a las puertas de los primeros trabajos para eliminar la placa de hormigón.

Decisión "arbitraria" 

Los contrarios al plan municipal se congregan en la Plataforma Pro Pacificación de la Ronda Sant Antoni. Aseguran unir a 43 entidades que preparan movilizaciones y se oponen en redondo a que se abra la vía al tráfico, una decisión que tacha de “arbitraria y errónea”. Piden que se reconsidere y apelan a la alcaldesa Ada Colau, con quien piden reunirse.

“Lo único que se ha consensuado es que la losa desaparezca”, sostiene Xavier Cavaller, miembro de la asociación Fem Sant Antoni. Opina que “no hay argumentos para hacer que vuelva el tráfico” al trecho de la ronda: “ No estamos de acuerdo con un carril bus solo de bajada. Supondría cargarse la pacificación porque, si se añade un carril bici y un parterre de separación, el espacio peatonal queda reducido a una tercera parte. No aceptamos esa decisión salomónica. Además, es totalmente contradictorio con el modelo de supermanzanas que el ayuntamiento quiere inculcar y es absurdo revertir un espacio que tenemos desde hace 15 años y que los vecinos se han hecho suyo”.

La losa de la carpa del antiguo mercado provisional en la ronda Sant Antoni, en Barcelona.

/ Joan Cortadellas

En cambio, la Plataforma de Afectados por la Losa de Sant Antoni respalda la idea que el gobierno municipal avanzó meses atrás. “Queremos que los vecinos vivan tranquilos. Hemos perdido que haya un carril de subida para autobuses, pero al menos habrá bus de bajada y carga y descarga. Pensamos que es necesario para acabar con los problemas de inseguridad que nos ha traído la losa desde que la carpa se retiró”, sostiene Francisco Villena, portavoz del colectivo.

La plataforma cree que mantener un paso exclusivo para viandantes enquistaría la delincuencia que asegura que es frecuente en el lugar. “La semana pasada apuñalaron a una persona. Tenemos Guardia Urbana durante las 24 horas, pero ni aún así se ha resuelto del todo, aunque ha mejorado”, aprecia Villena, que asegura que esperaban conocer el plan municipal en detalle en septiembre. "Nos preocupa que puedan hacerse cambios sin hablar con nosotros, pero el compromiso del gobierno fue que enseñaría primero una maqueta para que el proceso fuera participativo", remarca .

Los contrarios a que vuelva el tráfico sostienen que los que defienden que regrese quieren “levantar una frontera que contenga lo que consideran negativo del Raval”, opina Àlex Gutiérrez, miembro de la asociación de familias de la escuela Pia. “La ronda ha servido para dar soluciones al Raval por carencias importantes. Se deben solucionar situaciones que se dan, pero no lo es construir cuatro carriles y un bus para que sea una zona inhóspita”, tercia.

“Lo que es una frontera es la losa”, discute Villena, que subraya “los problemas para vecinos de la ronda cuando necesitan que llegue una ambulancia”. “No se puede ser drástico y moverse por ideología. Es una vía de Barcelona y tiene que ser útil”, resuelve el portavoz, que subraya que la propuesta del consistorio incopora aceras amplias y pasos para ciclistas. Añade que desviar líneas de buses hacia la ronda de Sant Antoni contribuirá a descongestionar otras vías. “Se hacen baches cada dos por tres en la calle Urgell y Sepúlveda se ha convertido en una autopista siempre llena de autobuses. Sería incívico que se mantuviera así. Hay seis líneas de bus que tienen que pasar por la ronda, sí o sí”, zanja.