el reto medioambiental

Los hoteles examinan con lupa los frutos de la 'Illa Eficient' del Eixample

Nace en Barcelona una agrupación destinada a canalizar la partida de los fondos europeos Next Generation reservada al sector turístico

Dos operarios ultiman la colocación de placas fotovoltaicas en la ’Illa Eficient’, el pasado 28 de septiembre. / Manu Mitru

El sector hotelero, con gran curiosidad, ha decidido dirigir su mirada hacia la autodenominada ‘Illa Eficient’ del Eixample, esa manzana del segundos distrito de Barcelona que pretende ser a corto plazo una isla paneles fotovoltaicos. El pasado 28 de septiembre, con grúas de mudanza, se subieron al tejado las placas en una de las fincas y próximamente se hará en las 22 restantes. Eso, tras someter al edificio a una batería de microrreformas destinadas a aislar mejor térmicamente los pisos. El ahorro prometido en la factura de la luz es del 48%, y ese dato es el que ha llamado la atención a los hoteleros, que de un tiempo a esta parte han visto cómo la factura energética se ha convertido en el segundo gasto de mayor importancia de sus negocios, solo por detrás de los salarios.

La novedad es que acaba de nacer la primera agrupación empresarial destinada a rehabilitar los alojamientos turísticos de Catalunya (no solo hoteles) y que, por ir al grano, pretende estar en primera línea de salida dentro de un par de meses, qe será cuando puedan comenzar a solicitarse las subvenciones a fondo perdido que le corresponderán a Catalunya procedentes de los fondos europeos Next Generation. Ese es un fondo inmenso, de 140.000 millones para España, pero el capítulo reservado al sector turístico es un pequeño pellizco, 170 millones para toda España, 26 para Catalunya.

Re Think Tourism es el nombre con el que ha sido bautizada esa agrupación empresarial, en la que una de sus patas es precisamente Habitat Futura, al empresa que lleva a cabo el proyecto de la ‘Illa Eficient’. También forman parte de esa sociedad varias cadenas hoteleras (Catalonia, Barceló, Vincci, Ilunion…) que suman unos 500 establecimientos en toda España. No sería extraño, así, que de las 420 manzanas del Eixample se sumara a esa ola verde alguna ocupada en parte por un hotel.

Hay fuerzas que juegan a favor de ello. También las hay que empujan en sentido contrario. Un punto a favor, explica Celia Galera, CEO de Habitat Futura, es que el interlocutor en estos casos es único. Abordar un proyecto de placas fotovoltaicas en una comunidad de vecinos es extremadamente complejo por la disparidad de opiniones y de economías familiares. En el caso de un hotel, el análisis de los pros y contras es claro y diáfano.Universitat Politècnica de Catalunya

En contra juega el tipo de consumo energético de un hotel, masivo. Para acceder a este fondo de subvenciones es necesario acreditar que el proyecto en curso conseguirá como mínimo un 30% de ahorro energético. Los trabajos de aislamiento y la cantidad de placas fotovoltaicas posibles determinarán la viabilidad de alcanzar ese porcentaje. Es por esa razón que uno de los miembros fundamentales de esta agrupación empresarial recién nacida es la Universitat Politècnica de Catalunya, que a través de su departamento de informática realiza las simulaciones previas. La posibilidad de reducir la confortabilidad de los establecimientos turísticos no se contempla en este sector. Las familias pueden estar dispuestas en sus hogares a no climatizar al máximo sus hogares en verano en invierno, pero eso no lo aceptan cuando van a un hotel.

Según los responsables de Re Think Tourism, el reto tecnológico es mayúsculo, pero proporcional al interés. No solo ha subido la factura de la luz hasta límites insoportables, sino que es impredecible cuál será el precio dentro de un año, con lo cual toda planificación de ingresos y gastos salta por los aires. Hay, con todo, un obstáculo más a superar. La arquitectura de los hoteles ha sido concebida las últimas dos décadas más con criterios estéticos que medioambientales. No es posible colocar placas en el tejado de un hotel con forma de vela. Lo es, en principio, en establecimientos que, como los del Eixample barcelonés, han reciclado una antigua finca vecinal para establecer su negocio, pero en casos de este tipo el debate puede llegar a ser qué es más rentable, servir gin tonics a precio de oro en la terraza o convertirla en una central de producción eléctrica.