riesgos en la educación superior

Los expertos alertan de la precarización del profesorado universitario

Un estudio del Observatorio del Sistema Universitario advierte del abuso de la figura del profesional asociado

En los últimos cinco años las facultades han perdido el equivalente a uno de cada cuatro docentes e investigadores

Una clase en una universidad catalana. / FRANCESC CASALS

Los expertos alertan de que las universidades hacen gala de los premios de excelencia internacional, pero en muchas ocasioens esconden la precarización laboral de sus docentes. Los datos de un estudio sobre el profesorado universitario en Catalunya realizado por el Observatorio del Sistema Universitario arrojan luz más allá de los galardones. Si bien “la calidad se ha mantenido o incluso ha aumentado”, lo que “preocupa mucho” es  “la baja incorporación y las condiciones muy precarias del personal más joven”, explica el profesor de Economía Alfonso Herranz. Unas circunstancias que a la larga pueden “deteriorar” y hacerse palpable en los indicadores de calidad, aseguran los autores del trabajo.

CONTRATO TEMPORAL (E IRREGULAR) EN EL AULA

En los últimos cinco años, la universidad pública catalana ha perdido el equivalente a uno de cada cuatro docentes e investigadores (si se calcula en jornadas laborales). Una tendencia que se ha visto acompañada de un aumento de profesores con contratos temporales. Estos ya representan el 48,7% del total de los docentes, una cifra que infringe la ley, porque el límite está en el 40%, señalan los investigadores. ¿El más castigado? El profesor asociado, según se desprende de las constantes avisos de la Sindicatura de Comptes.  

El profesor asociado es un profesional que en teoría tiene su puesto de trabajo fuera de la facultad y da clases para transmitir su experiencia profesional. Pero la práctica es muy distinta. En los últimos años se ha dado un “incremento incontrolado e incontenido” de estos, para ser utilizados de forma “inadecuada” por parte de las universidades. “Se ha contratado regularmente, por ejemplo, a personas que no tienen una práctica profesional más allá de la universidad”, explica Herranz.

MENOR PODER ADQUISITIVO

Los asociados son contratados por paquetes de horas, y su nómina sale mucho más barata para la universidad que la de un docente interino. Aún así, la degradación salarial afecta a todo el colectivo, ya que el poder adquisitivo de un profesor se encuentra al mismo nivel que tenía en los años ochenta. La inflación no se ha visto reflejada en sus cuentas corrientes y, respecto a 1991, ahora cobran un 25% menos de media.

La universidad envejece

Estos datos se extraen como consecuencia de los “recortes tremebundos” que han sufrido las universidades, según la profesora de Matemáticas Vera Sacristán. “Por ahora las universidades aguantan, pero esto puede ser pan para hoy como se ve en los rankings”. Ahora bien, “¿Cuánto tiempo a medio término aguantarán las universidades si se jubila a gente y no se remonta el acceso a los jóvenes más cualificados? Este es el gran peligro”, advierte Sacristán.