Barcelona se corona como capital de la innovación social

Una fundación que recoge los productos del campo que quedan en las fincas tras las cosechas, para donarlos a bancos de alimentos y a entidades sociales y reducir así el desperdicio alimentario. Una plataforma que pone en contacto a personas mayores de 55 años, que están ya jubiladas o en paro, y que se ofrecen a prestar servicios remunerados a gente de su comunidad. Un movimiento de ciudades y organizaciones inclusivas que trabajan para contrarrestar los rumores y las informaciones falsas. Una colección de juegos que trata de hacer "la democracia más divertida" y anima a los escolares a explorar su municipios y les conecta con sus políticos locales. Y un sistema de recursos para pacientes aquejados de artrosis y osteoporosis diseñado por los propios pacientes, que trabajan así en red. Son cinco proyectos que comparten, todos ellos, un mismo origen: parten de una idea de emprendimiento social que, a partir de su experiencia, pueden ayudar a cambiar el mundo.

Las cinco iniciativas (Espigoladors, 55Mais, Estrategia Anti-Rumores, MyPolis y la Fundación Internacional de la Artrosis) han entrado a formar parte de la red internacional Ashoka, una organización sin ánimo de lucro que cuenta ya con 4.000 proyectos asociados en todo el mundo, vinculados siempre a la innovación y el emprendimiento social. Este miércoles la entidad ha celebrado, en las instalaciones del CosmoCaixa de Barcelona, el 'Ashoka Changemaker Day', donde ha presentado a los cinco Emprendedores y Emprendedoras Sociales seleccionados en 2024 en España y Portugal.

"Son cinco proyectos inspiradores, que brindan soluciones a problemas a largo plazo en el ámbito de la democracia, la salud, la diversidad, el envejecimiento y la sostenibilidad y la alimentación", ha destacado Rafael Vilasajuan, presidente de la Ashoka en España y Portugal. "Nuestro trabajo es apoyarles para que su impacto social y ambiental sea aún mayor", ha agregado Vilasanjuan, que ha destacado que tres de los cinco seleccionados, en concreto Espigoladors, Estrategia Anti-Rumores (EAR) y la Fundación Internacional de la Artrosis (OAFI), son iniciativas nacidas en Barcelona, "lo que denota el dinamismo por el emprendimiento social que hay aquí". Las otras dos, 55 Mais y MyPolis, son ambas portuguesas, aunque sus promotores no descartan poder implantarlas también en Catalunya.

Expandir el impacto

"Lo importante es que Ashoka permite expandir el impacto del proyecto, hacerlo crecer a través, por ejemplo, de otras organizaciones que ya existan", ha subrayado Mireia Barba, fundadora de Espigoladors. La entidad, que cumple ya una década de existencia, trabaja para la reducción del desperdicio alimentario e intenta contribuir a la erradicación de la pobreza, "organizando equipos de voluntarios que van a los campos a recoger frutas y verduras sobrantes, piezas que han sido descartadas, y que se entregan a organizaciones sociales para que sus usuarios tengan acceso a productos frescos". A la vez, Espigoladors ha puesto en marcha una pequeña empresa de producción de cremas y mermeladas, És-Imperfect, "que da empleo a personas en riesgo de exclusión y que compra a los agricultores esos productos de descarte, que no tienen salida comercial en los circuitos convencionales", ha indicado Barba.

La Fundación Internacional de la Artrosis y Estrategia Anti-Rumores son dos organizaciones que ya tienen experiencia internacional. "Nosotros nos coordinamos con asociaciones de pacientes de 22 países, a los que tratamos de ayudar con unas enfermedades que tiene un importante sesgo de género, ya que las principales afectadas son las mujeres", ha destacado Josep Vergés, fundador de OAFI. La fundación impulsa la prevención y el autocuidado y a ella pertenecen 45.000 pacientes, el 80% de los cuales afirma haber experimentado mejoras en el dolor gracias al apoyo de la entidad.

También con raíces barcelonesas, EAR actúa como mecanismo de prevención y "proporciona herramientas y metodologías adaptables a diferentes contextos para desarrollar soluciones locales que contrarresten conductas discriminatorias", ha explicado Daniel de Torres, su creador. La estrategia ha sido seleccionada por el Consejo de Europa como modelo de buenas prácticas y se ha aplicado ya en más de 100 ciudades de España y en 20 países de Europa.