La Cambra de Comerç de Barcelona ha revisado al alza el crecimiento para este año en Catalunya, hasta el 2,1%, lo que supone tres décimas más que en la anterior estimación. Para el próximo ejercicio, la previsión es del 2,2%. Esta evolución se basa en la fortaleza del consumo privado y el turismo extranjero. El crecimiento será más equilibrado y una inflación a la baja, ha explicado el responsable del servicio de estudios de la entidad, Joan Ramon Rovira.

La Cambra prevé que en el corto plazo la actividad se podría acelerar apoyada por el dinamismo del empleo. Además las expectativas de las empresas mejoran, especialmente en la hostelería y el transporte, según la encuesta que elabora la Cambra.

Además del consumo privado, con un crecimiento del 2,3% este año y del 2,2% el que viene; otro de los motores de la economía catalana será la inversión, al pasar de un alza del 1% en 2024, afectada por la subida de los tipos de interés; al 2,7% en 2025 por la reducción de los costes de financiación y el "efecto arrastre" de los fondos europeos Next Generation, así como las exportaciones.

El consumo privado se ve impulsado por la evolución del empleo y la recuperación del poder adquisitivo de los salarios. El gasto de las administraciones se moderará por la entrada en vigor de las nuevas reglas fiscales en la Unión Europea (UE). La Cambra mantiene en el 3,3% la previsión de inflación para 2024 pese al impacto de factores como la sequía.

La tasa de paro pasará del 9,1% en 2023 al 8,9% en 2024. Y aumenta el porcentaje de empresas que prevén contratar más en todos los sectores.