Tras fracasar una primera solicitud a la Generalitat de Catalunya, Freixenet ha alcanzado este sábado un acuerdo con su plantilla para poner en marcha un Expediente de Regulación Temporal del Empleo (ERTE) que les ayude a hacer frente al descenso de la actividad vinculado a la sequía. Con solo una semana de negociaciones, la compañía y los sindicatos han pactado que los trabajadores vean reducida su jornada laboral entre un 20% y un 50% a partir del 13 de mayo y hasta final de año.
Tal como avanzó la empresa propiedad de la familia Ferrer y la compañía alemana Henkell al trasladar su intención de poner en marcha este mecanismo, la medida afecta a los empleados de Freixenet S.A. y de Segura Viudas S.A.U, es decir que deja fuera a la rama comercial del grupo. En total son 615 trabajadores, aproximadamente el 80% de la plantilla total.
"Tras una rápida y constructiva negociación, Grupo Freixenet y la representación social de sus trabajadores han llegado a un acuerdo para iniciar un régimen de reducción de jornada por motivos económicos, técnicos y organizativos o de producción [lo que se conoce como ERTE ETOP]", explica la productora de cava en un comunicado. "El programa se ha desarrollado para hacer frente a la falta de uva y vino base, provocada por la extrema sequía que viene aumentando desde 2021", contextualiza la compañía, que, de nuevo, insiste en que la reducción de estos contratos se adaptará en función de la época del año y de cómo evolucione la falta de agua.
De acuerdo con este comunicado, el acuerdo alcanzado también implica que Henkell Freixenet compense a los empleados con ayudas complementarias al subsidio que reciban por parte de la Administración Pública, así como que se aseguren las pagas extras, las vacaciones y la protección a determinados colectivos.
Rechazo de la Generalitat
De este modo, la compañía cierra temporalmente un capítulo que ha tensado su relación tanto con la Generalitat de Catalunya, como con la Denominación de Origen Cava (D.O.Cava), por el otro.
Con la primera, por denegarle un ERTE por fuerza mayor a finales de abril al considerar que la sequía no era un fenómeno sobrevenido que justificara la medida. "Hay dos elementos que justifican los ERTES de fuerza mayor ordinaria que son capitales: la imprevisibilidad y la inevitabilidad. La fuerza mayor ordinaria actúa ante hechos que la empresa no puede prever ni evitar, tales como incendios o explosiones, entre otros, que anulen totalmente o parcialmente el centro de trabajo y que no permitan la actividad", justificó, entonces, el departamento de Empresa i Treball, que remachaba recordando que "hace más de tres años que el país sufre sequía".
El problema con el consejo regulador del cava es la obligación que impone este organismo de trabajar solo con uva local y de unas fincas que cumplan una serie de requisitos, lo que, a juicio de la compañía, limita su capacidad de obtener la materia prima de otro lugar y asegurar la producción. Pese a que la D.O.Cava ha anunciado recientemente la flexibilización de algunos de estos requisitos, para Freixenet, que dice tener un déficit de 80 millones de botellas para poder atender a su demanda, la decisión llega tarde y no es suficiente.
De ahí que, pese a a fracasar el primer intento, la compañía con sede en Sant Sadurní d'Anoia (Alt Penedès) haya seguido hacia adelante, negociando directamente con los trabajadores esta segunda modalidad de ERTE, el ERTE ETOP. Al alcanzar este sábado un acuerdo, a partir del lunes que sigue a las elecciones catalanas, los profesionales de Freixenet y Segura Viudas empezarán a trabajar varias horas menos.