Los trabajadores que han perdido una capacidad que ya no les permite realizar su profesión tienen derecho a solicitar una pensión por incapacidad permanente. Esta situación puede deberse a un accidente laboral, una enfermedad o la combinación de los diferentes casos.
El Instituto Nacional de la Seguridad Social es el encargado de declarar la incapacidad permanente, después de pasar por un proceso de evaluación médica y social. Además, para poder solicitar esta pensión, se deben cumplir una serie de requisitos.
Cuáles son los requisitos
Solo pueden solicitar la pensión por incapacidad permanente las personas que tengan entre 18 y 56 años, sean residentes en España durante un periodo de al menos 5 años (dos de ellos consecutivos), cuenten con un grado de discapacidad igual o superior al 65% y no superen el límite de ingresos anuales establecido para la pensión no contributiva de jubilación.
Enfermedades
Aunque no existe un listado oficial de enfermedades que dan derecho a la pensión por incapacidad permanente, estas son las más posibles, que dependen de la posterior aprobación del Tribunal Médico del Instituto Nacional de la Seguridad Social:
Alzheimer
Aneurisma
Artritis Reumatoide
Artritis Psoriásica
Artrosis
Cáncer
Cardiopatías
Colitis ulcerosa
Depresión
Demencia
Desprendimiento de la retina
Enfermedades hepáticas
Enfermedad de Crohn
EPOC
Esclerosis Múltiple
Espondilitis anquilosante
Espondilosis degenerativa
Esquizofrenia
Estenosis foraminal
Fibromialgia
Fibrilación auricular
Glaucoma
Hernia discal
Hipertensión pulmonar
Ictus
Insuficiencia renal crónica
Infarto agudo de miocardio
Lesión medular
Lumbalgia
Lupus
Migrañas
Neuropatía
Parkinson
Pancreatitis
Patologías de pies y manos
Síndrome de Ménière
Síndrome de Raynaud
Síndrome de Sjögren
Síndrome de Tourette
Síndrome del túnel carpiano
Síndrome subacromial
Trasplante de riñón
Trastorno bipolar
Trastorno de ansiedad
Trastorno de estrés postraumático