Para ayudar a madres, padres o tutores a costear la crianza y el cuidado de sus hijos el Gobierno aprobó una ayuda, contemplada en la Ley de Familias, de la que se pueden beneficiar progenitores con menores de 3 años y que se materializa en una prestación de 100 euros mensuales por hijo en esa edad.

El objetivo es facilitar los gastos básicos de alimentación, vestimenta, educación y cuidado de los niños a familias con escasos recursos económicos o en situaciones de vulnerabilidad, fomentando el bienestar de los pequeños

El objetivo de la renta de crianza es apoyar a las familias en su labor de crianza y fomentar el bienestar de los niños, especialmente en hogares con bajos ingresos o en situaciones de vulnerabilidad, contribuyendo a reducir la pobreza infantil y a mejorar la igualdad de oportunidades para los niños en el futuro.

Aunque originalmente estuvo reservada a las madres que estaban trabajando, finalmente la ayuda se convirtió en universal siempre que se cumpla una serie de requisitos, mayoritariamente económicos, y se recibe mediante un pago único o a través de una deducción en la Agencia Tributaria a la hora de hacer la declaración de la Renta.

Quienes aspiren a conseguirla, además de tener un hijo en una edad comprendida entre 0 y 3 años, deberán estar dados de alta en la Seguridad Social o mutualidad durante al menos 30 días o haber recibido una prestación por desempleo. Se dirige a madres que estén cobrando una prestación, madres con un empleo a tiempo parcial o completo, familias en situación de monoparentalidad o monomarentalidad por ingreso en prisión de uno de los progenitores u obtención de la custodia o a padres del mismo sexo.