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Almussafes, el último golpe a la electrificación de Ford

El bajo ritmo de ventas de los eléctricos ha provocado recortes en las inversiones previstas de la firma en megaplantas de baterías en Estados Unidos

Producción de vehículos en Ford Almussafes, en una imagen de archivo. / MIGUEL ÁNGEL MONTESINOS

El retraso de la electrificación de Ford Almussafes ha encendido todas las alarmas en los últimos días. Esta inversión como garantía de un futuro –a pesar de que la firma sigue defendiendo que esta entra en sus planes y para ello ha pedido las ayudas del segundo Perte del Vehículo Eléctrico y Conectado (VEC)– se ha desdibujado a ojos de muchos trabajadores de la planta valenciana, cuya preocupación vuelve a ser máxima. Sin embargo, la realidad es que este golpe en la industria valenciana no ha sido el primero. Más bien el último de una cadena de duras decisiones de la empresa por todo el mundo tomadas en las últimas semanas a causa del lento despegue que está teniendo el coche eléctrico.