El Govern usará el alza de ingresos para rebajar el récord de facturas atrasadas en sanidad

De los ingresos previstos para 2024 para los presupuestos de la Generalitat, un mínimo de 800 millones se destinarán a un fondo extraordinario destinado a "normalizar" el gasto desplazado -el de un ejercicio que se traslada al siguiente- en sanidad. La dotación, aprobada esta semana por el Consell Executiu en el marco de techo de gasto del presupuesto para el ejercicio próximo, podría incluso ser mayor cuando se anoten los ahorros financieros (1.300 millones previstos hasta 2034) por la condonación de un 20% de la deuda del fondo de liquidez autonómica (FLA), que asciende a 15.000 millones, incluido en el pacto entre ERC y el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez.

El año pasado, de los casi 4.000 millones a los que ascendió un desbocado gasto desplazado (3.840 millones), un total de 2.652 millones correspondieron al Institut Català de Salut (ICS) y al Servei Català de Salut (SCS), el mayor nivel en al menos una década. El Ejecutivo catalán quiere aprovechar que el próximo será un ejercicio con un aumento sustancial de ingresos procedentes de la liquidación del modelo de financiación autonómica de 2022 para regularizar, en parte, una práctica que está enquistada den la sanidad desde hace años y que en 2022 alcanzó su nivel más alto, tras los 1.938 millones de 2019, el ejercicio previo a la pandemia.

Según el límite de gasto no financiero no finalista aprobado esta semana por el Ejecutivo catalán para los presupuestos de 2024, los ingresos para el año que viene ascenderán a 35.330 millones, un 12,5% más que en 2023. El grueso procede de la liquidación del modelo de financiación de 2022 y de la previsión de anticipos del sistema para 2024 (las entregas a cuenta que lleva a cabo Hacienda). De ahí surgirán los 800 millones para el fondo extraordinario para sanidad.

Sobrecostes por el covid

Para paliar los sobrecostes sanitarios, durante los años de más incidencia del covid funcionó un fondo especial que puso en marcha el Gobierno central para las autonomías por un importe de 16.000 millones. A Catalunya correspondieron 3.294,7 millones en 2020 y 2.161 millones en 2021. En 2022 esta aportación, que tanto el Govern como otras autonomías pidieron que se mantuviera, no se volvió a dar.

En 2024, la Generalitat podrá gastar el año que viene un máximo de 36.684 millones, el 9,6% más que en el ejercicio actual, gracias al impulso experimentado por los ingresos procedentes de la liquidación del sistema de financiación autonómica de 2022, un ejercicio en el que la economía experimentó un gran dinamismo y aumentó la recaudación. De todas formas, el incremento efectivo de gasto respecto a este año es del 5,5%, lo que supone 1.811 millones más, al constituirse el fondo extraordinario de 800 millones para saldar facturas atrasadas en sanidad y excluyendo también los gastos financieros.

El problema de la falta de dotación para este ámbito se ha mantenido en lo que va de año, ya que el informe de ejecución presupuestaria hasta septiembre destaca que "sin el efecto del gasto desplazado de Salut, el gasto aumenta el 6,9%", en vez del 7,3%. La dotación para Salut se ha elevado hasta 13.353 millones, 2.000 millones más de los previstos inicialmente. El mismo informe subraya que Salut ha ampliado crédito por un total de 1.819,5 millones "para contabilizar gasto de ejercicios anteriores".

Insuficiencia

La Intervención General destaca en la Cuenta General de la Generalitat que en Salut es donde tiene más peso esta práctica porque es "donde tradicionalmente las partidas presupuestarias correspondientes a conciertos sanitarios y farmacia del SCS y el capítulo II del ICS han presentado insuficiencia presupuestaria". Esta práctica, en todo caso, cronifica la existencia de gasto desplazado un año tras otro, reitera la Intervención, que lleva años lanzando esta alerta.

Según un informe de la Cambra de Comerç, una muestra de la infrafinanciación que padece Catalunya se refleja en la sanidad. Este análisis revela, la comunidad sufre un déficit de gasto de 396 euros per cápita anualmente si se compara con la UE. Y la diferencia es abismal con las comunidades forales. En Catalunya, con datos de 2019, son 1.524 euros por habitante frente a los 1.701 en Navarra, 10,4% más y 1.877 en Euskadi, el 18,8% más.

El resto de gasto diferido de la administración general y las entidades autónomas en Catalunya no corresponde, en general, a motivos de insuficiencia presupuestaria sino a las especificidades propias de algunos gastos como el diferimiento del pago vigente en las cuotas sociales o los largos plazos de tramitación de las ayudas a la dependencia.

En general, la evolución de este gasto desplazado experimenta una tendencia alcista en el periodo 2012-2022. Pero hay alguna excepción. Por ejemplo en 2015 se implementaron ampliaciones de crédito para financiar gasto diferido de ejercicios anteriores.

Y la evolución a la baja del saldo de 2020 del SCS y el ICS debe atribuirse a una mayor disponibilidad de crédito derivada de los fondos proporcionados por el Estado a las autonomías para cubrir gastos derivados de la pandemia del covid para el sector de la salud. 

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