Tanto el CEO de Stellantis, el portugués Carlos Tavares, como el de la marca Citroën, Thierry Koskas, vienen prometiendo ya desde antes del verano que el grupo con factoría en Vigo estaba centrando sus esfuerzos en el lanzamiento de un vehículo eléctrico que costase menos de 25.000 euros. El modelo elegido sería el ë-C3 y su hogar estaría, casi con toda seguridad, en Eslovaquia. Ayer, el grupo despejó todas las dudas y lanzó el que consideran como “el primer coche eléctrico asequible de Europa”: un modelo con un precio bastante por debajo de la cifra marcada, 23.300 euros, y con una autonomía de 320 kilómetros. Con ello, Stellantis quiere hacer frente a la invasión de los vehículos de origen chino. Y, para ello, tira del bajo coste que representa la factoría de Trnava para ejercer como punta de lanza. “Es una respuesta a la ofensiva china”, indicó ayer Koskas, “tenemos que ser capaces de luchar en su mismo campo de batalla, en particular en el frente de los costes”.