Definición del modelo

La Cambra de Comerç de Barcelona reclama un aeropuerto de El Prat intercontinental

Aeropuerto de El Prat / Manu Mitru (EPC)

La Cambra de Comerç de Barcelona ha apostado por que el aeropuerto de El Prat se consolide como un nodo de vuelos intercontinentales y que los aeropuertos de Girona y Reus canalicen la creciente demanda de tráfico intraeuropeo que la capital catalana no podrá asumir. En un comunicado hecho público este martes, la entidad apremia a las administraciones para que definan el modelo aeroportuario catalán con la vista puesta en el 2050.

Para ello, se necesitaría desarrollar los planes directores de las instalaciones aeroportuarias de Girona y Reus y sus comunicaciones ferroviarias para conectarlos con el centro de Barcelona, ha asegurado la Cambra, que considera que Barcelona tiene que contar con un aeropuerto con un mayor peso de vuelos de largo radio, lo que permitiría impulsar el comercio exterior y la conectividad con futuros nuevos mercados, facilitar la localización de empresas y sedes corporativas en Catalunya y atraer inversiones extranjeras, entre otras cosas.


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Acceso ferroviario a la T1

La entidad cree que hay que finalizar cuanto antes el acceso ferroviario a la T1 en El Prat y exigir la llegada de la alta velocidad al recinto.

Además, cree que las actuaciones para "adecuar" el aeropuerto de Barcelona no han de servir para alimentar mayoritariamente el modelo turístico de bajo coste, sino que tienen que estar al servicio de las necesidades de un cambio de modelo económico basado en el conocimiento y el crecimiento sostenibles. La entidad habla de solucionar las limitaciones actuales de capacidad operativa del aeropuerto mediante el "pertinente proyecto de adecuación", que debe ser "fruto del consenso en el territorio".

Estructura radial de operaciones

También considera que hay que abordar "con urgencia" dos grandes retos a medio y largo plazo, como son la implantación de una "estructura de operaciones racional y efectiva" y la sostenibilidad ambiental, para lo que se necesitan inversiones que transformen los aeropuertos en espacios preparados para apoyar la descarbonización de la aviación hacia el 2050.