Funcionarios

Opositar, vía de escape con salida a la estabilidad

El año de las 'macro oposiciones' en el sector público

Perfil opositor: mujer, universitaria, 41 años, con hijos y cinco años de experiencia laboral

¿Cuánto cobra un trabajador de Correos?

Casi 7.000 personas se examinan en Barcelona para optar a 1.480 puestos fijos de Correos en Catalunya en la mayor oferta de empleo de la empresa pública en décadas

Oposiciones multitudinarias en Barcelona para optar a plazas fijas de Correos / JORDI OTIX

La Zona Universitaria de Barcelona rebosaba de estudiantes, algo poco común un domingo. Pero era día de oposiciones. De buena mañana estaban citadas 6.918 personas para optar a 1.480 plazas fijas de Correos en Catalunya, en la mayor oferta de empleo de la compañía en décadas en un 2023 marcado por las 'macro oposiciones' en el sector público. Los aspirantes salieron en tromba a ambos laterales de la avenida Diagonal tras la primera de las dos pruebas de ingreso con regustos diferentes. Teléfono en mano, los optimistas comentaban a quién estaba al otro lado de la conversación que había sido "muy fácil", los precavidos se convencían de que "podría haber ido peor" y los más desencantados aseguraban que "el examen tenía tela". Sin embargo, preguntados por el motivo para ser funcionario, todos repetían el mismo deseo: estabilidad, en todo su concepto.

"Quiero estabilidad laboral y económica", sintetiza David Jauregui, de 26 años. Acompañado por su padre Miquel, empleado de Correos durante cuatro décadas ya jubilado, el joven de Mora d'Ebre ha trabajado de manera eventual en la empresa pública. Aprobó las oposiciones en 2020, pero su trayectoria no fue suficiente para superar la posterior fase de méritos. Esta vez espera conseguirlo porque, además, admite que le gusta el trabajo.

Un discurso que choca con el de Isaac Fusellas. "No es la ilusión de mi vida", asegura este joven de Banyoles sobre ser funcionario de Correos, pero tampoco le disgusta. A sus 29 años, trabaja como administrativo, tiene estudios de grado superior en esta material y es graduado en Traducción e Interpretación. Aunque anhela a "mejorar" su "posición laboral", y para eso explica que ha estudiado durante tres meses, no ha valorado si presentarse a otros concursos de empleo público, una característica en el perfil del opositor: seis de cada 10 estudiantes afirman preparar dos o más pruebas al mismo tiempo.

Oposiciones multitudinarias en Barcelona para optar a plazas fijas de Correos. / JORDI OTIX

Deborah Egea sí que encaja en el retrato robot de la actual persona opositora. Tiene 41 años, una hija de siete y más de cinco años de experiencia laboral. Trabaja a jornada completa en la recepción de una autoescuela y buscar ser funcionaria por un "conjunto de factores". En concreto, esos elementos son dar un "salto económico", "conseguir una mejor conciliación familiar" y "ganar calidad de vida", precisa, a la vez que comenta que quiere pasar las tardes con su pequeña. Para eso ha estudiado para los exámenes en su tiempo libre durante un año y medio.

Más de 84.000 candidatos para 7.757 puestos

A nivel estatal se presentaron más de 84.000 ciudadanos para lograr uno de 7.757 puestos para desempeñar funciones de parto de envíos, tareas logísticas y atención al cliente en oficinas de Correos. Un gentío se agolpaba en diferentes facultades de la Universitat de Barcelona poco antes de las nueve de la mañana. No obstante, no se registró el fiasco de las oposiciones de la Generalitat del pasado sábado.

De la gestión de las pruebas se encargaron los propios empleados de la compañía en "un notable esfuerzo logístico y de organización", presumió la empresa pública con la posterior aprobación de los candidatos interpelados, que dieron un notable a la jornada. Aunque eso era lo de menos, comentaban. Solo querían acabar la jornada y, sobre todo, aprobar. Porque opositar en 2023 es una vía de escape con salida a la estabilidad.