Industria

Iberconsa irrumpe en la terna por el control de Pescanova y “acaricia” su mayoría en el capital

Abanca avanza en esta vía con el fondo Platinum, al margen de Cooke y Red Chamber, que le permitiría anclar la sede del grupo en Galicia pero con duplicidades que resolver | “Está prácticamente hecha”, zanjan en el sector

El API VIII, construido por Armón en Asturias, con los tangones desplegados.

Son múltiples los grupos que han pretendido, en distintos momentos desde su fundación (junio de 1960), la toma de control de Pescanova. Se trata de un grupo acostumbrado siempre a hacer compras (Copiba, Pescafina, Promarisco o Krustanord), no a 'padecerlas' en carne propia. A mediados de los noventa, la pesquera sí estuvo a punto de pasar a manos foráneas, en una operación que fue paralizada directamente por Manuel Fraga y un cheque de 7.000 millones públicos de las desaparecidas pesetas, por lo que aquella andanada liderada por Unilever quedó en balas de fogueo. La pesquera se quedó en Galicia y, pese a su apalancamiento financiero, continuó creciendo desde entonces, expandiéndose e integrando nuevas filiales. Claro que, de aquella Pescanova habituada a liderar transacciones, no quedó casi nada a partir de 2013, cuando protagonizó un 'macroconcurso' que la dejaría en manos de sus acreedores. Así está hoy, controlada por Abanca casi en un 98%. La interinidad en su accionariado, diez años después de ir a la quiebra, se termina. Y puede ser en compañía de otra empresa de Vigo: Grupo Iberconsa ha entrado fuerte en la terna y estaría en disposición de cerrar el acuerdo “la próxima semana”. Iberconsa es propiedad del gigante norteamericano Platinum Equity, un fondo que dispone de más de 33.400 millones de euros en activos bajo gestión.