Escrivá plantea gravar con un recargo la totalidad de los sueldos altos para pagar las pensiones

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha logrado el visto bueno de la Comisión Europea para su reforma de las pensiones después de haber puesto sobre la mesa tres palancas con las que el Gobierno espera obtener los ingresos suficientes para financiar las prestaciones de la generación del 'baby boom' (nacidos en la década de los 60 y primeros años de los 70 del siglo pasado). Una de estas tres palancas, en la práctica, implica gravar la totalidad de los salarios más altos, incluso en la parte que ahora queda por encima de la base máxima de cotización, a través de un gravamen temporal ('recargo de solidaridad', según la expresión que maneja el Ministerio de Inclusión). Tras lograr el plácet de Bruselas, Escrivá se dispone a terminar de negociar con los agentes sociales, a partir de este viernes, y con los grupos políticos la última fase de su reforma, con el objetivo de intentar que el Consejo de Ministros pueda aprobar el correspondiente real decreto ley dentro del mes de marzo. Como primera palanca para lograr ingresos con los que financiar las pensiones, Escrivá ha diseñado un cierto destope de las bases máximas de cotización que, según la propuesta inicial y probablemente sujeta a cambios, podría suponer elevar en un 30% la actual cuantía mensual de 4.495,50 euros. Su idea es hacerlo de forma paulatina, a lo largo de 30 años y además de la subida derivada de la inflación. En paralelo a este aumento de la base de cotización se plantea subir la pensión máxima (3.059 euros mensuales en la actualidad), aunque en una proporción menor. Como segunda palanca, la Seguridad Social se dispone a gravar parte del salario que queda por encima de la base máxima y que actualmente no cotiza. Para ello, Escrivá plantea aplicar el mencionado 'recargo de solidaridad', que tendría carácter temporal. Para un salario mensual bruto de 7.000 euros, por ejemplo, la base máxima (4.495,50 euros, en la actualidad) estaría gravada por la correspondiente cotización social. El resto, hasta 7.000 euros -que en la actualidad no cotiza a la Seguridad Social- estaría gravado por el nuevo 'recargo de solidaridad' según apuntan a EL PERIÓDICO tres fuentes diferentes conocedoras de la propuesta de Escrivá. Actualmente hay, según los propios cálculos del Ejecutivo, alrededor de 1,2 millones de trabajadores en toda España que no cotizan por la integridad de su sueldo. La tercera palanca para hacer sostenible el sistema público de prestaciones incluye ampliar el recargo de cotización del 0,6%, conocido como el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), hasta el año 2052 (frente al tope actual de 2032). Negociación a tres bandas Son tres palancas que, en su mayor parte, recaen sobre las cuentas de las empresas -y parte de la Administración- y que se enfrentarán al previsible rechazo frontal de la patronal CEOE. Un rechazo que previsiblemente manifestará este viernes, en la mesa de diálogo social convocada por el ministro Escrivá para avanzar en la negociación de la reforma de las pensiones. Convocatoria anunciada este mismo jueves por el ministro durante su intervención en el III Observatorio de las Finanzas de El Español e Invertia. Para la Comisión Europea, sin embargo, estas tres palancas son argumento suficiente para empezar a confiar en que el sistema español de pensiones será sostenible a medio y largo plazo. El ministro José Luis Escrivá anunció este jueves que su departamento "prácticamente" ha logrado un consenso con la Comisión Europea para culminar una reforma que garantice la sostenibilidad del sistema a largo plazo, tal como exige Bruselas antes de proceder a un nuevo desembolso de fondos europeos (por 10.000 millones de euros). Y es que el progresivo retiro de los 'baby boomers' provocará que España se convierta en el tercer país de la UE que más gasto público deberá destinar a pagar pensiones, según los cálculos del Banco de España. Escrivá transmitió que, tras la conversaciones mantenidas con Bruselas, cabe pensar que la reforma diseñada por su ministerio no provocará ningún recorte en la entrega de dinero europeo. Después de esto, el ministro confió en avanzar ahora en la mesa de diálogo social y en poder tener lista su reforma "en los próximos días". Escrivá señaló que este viernes presentará a los agentes sociales un esquema "sostenible, razonable, creíble, con el aval de todos los que importan, que son las instituciones independientes potentes para que el sistema sea sostenible y compatible con mantener el poder adquisitivo de las pensiones". "No puedo anticipar los elementos, pero sí puedo decir que la reforma significa el cierre del sistema, la sostenibilidad del sistema a todos los horizontes temporales", ha añadido. En su propuesta -anticipó- "también solucionamos un tema que ha suscitado fricción", en alusión a la ampliación del periodo de cálculo que tendrá en cuenta la nueva realidad de las carreras laborales, para cubrir las lagunas de cotización. En paralelo con las conversaciones mantenidas con la Comisión Europea, Escrivá también ha avanzado en el diálogo político con los grupos parlamentarios que deberían dar su apoyo a la reforma en el Congreso de los Diputados, según aseguran fuentes del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social. Este mismo jueves ha habido nuevos contactos políticos entre el ministerio y algunos grupos y se prevé una reunión de la Comisión del Pacto de Toledo, en el Congreso de los Diputados, el próximo miércoles. Tras lograr el consenso social, europeo y político necesario, el Gobierno ya estaría en condiciones de aprobar cuanto antes un real decreto ley, si es posible dentro del mes de marzo, para intentar que su tramitación parlamentaria no se solape con el inicio de la campaña electoral previa a los comicios del 28 de mayo. Fondos europeos De acuerdo con el calendario de reformas comprometido por España dentro del Plan de Recuperación y Resiliencia, España debía haber culminado su tercera ronda de la reforma de la Seguridad Social antes del 31 de diciembre de 2022 habiendo completado tres hitos pendientes: alargar el periodo de cálculo de las pensiones, elevar las bases máximas de cotización y presentar un informe con cálculos exhaustivos que avalen que todas las reformas acometidas desde 2021 garantizan la sostenibilidad del sistema. Una vez que se culminen estas reformas, España estará en condiciones de solicitar el cuarto desembolso programado de los fondos europeos Next Generation EU (el tercer desembolso ha sido autorizado el 17 de febrero). Si Bruselas considera satisfactorio el cumplimiento de los hitos podrá autorizar el nuevo desembolso, de 10.000 millones, de forma íntegra. Si no, podría penalizar a España con una entrega menor en este cuarto desembolso, pudiendo llegar a restar 2.500 millones a la cantidad inicial.

Escrivá plantea gravar con un recargo la totalidad de los sueldos altos para pagar las pensiones

Un nuevo 'recargo de solidaridad' temporal se aplicará sobre el tramo superior de los salarios más elevados que ahora no cotiza, según lo acordado con Bruselas

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