Efectos de la política económica

La inflación obliga a revalorar activos a las empresas y repensar estrategias

El alza de los tipos, del coste de las materias primas y la devaluación de inmuebles aflora problemas de contabilidad y supone prever difíciles escenarios futuros

Billetes de 200 euros.

Los efectos colaterales no son patrimonio exclusivo de las contiendas bélicas. En los vaivenes económicos, especialmente en aquellos derivados de cambios rápidos, las valoraciones empresariales sufren también las consecuencias. Una de las consecuencias directas de la inflación actual para las compañías es el estrechamiento continuado de los márgenes, que abre un complejo debate interno sobre si trasladar o no el incremento de sus costes a el precio de sus productos o servicios. La inflación llegó en julio del pasado año al 10,8%, moderándose hasta el 5,8% interanual este enero, con una inflación subyacente del 7,5%. Desde el punto de vista empresarial los efectos son múltiples, lo mismo que determinantes para el futuro de las empresas en función de las estrategias que tomen para mejorar su posición frente a la competencia.