Cinco años después

Empresas catalanas: las que se fueron y se quedaron

La normalización de la vida política catalana genera esperanzas del retorno de algunas empresas catalanas que se fueron durante el 'procés'.

Establecimiento de Bon Preu. 

El grupo textil y de moda Mango mantiene su sede fiscal en Palau Solità i Plegamans; el grupo de perfumería, también de moda, Puig, en l’Hospitalet de Llobregat; las empresas de alimentación BonÀrea y Vall Companys en Guissona y Lleida; el grupo de sanitarios y hogar Roca en Barcelona; la cadena de supermercados Bon Preu y la empresa de cobre y metal La Farga en Les Masies de Voltregà; el fabricante de pizzas Tarradellas en Gurb; Costa Brava Mediterranean Foods en Girona; la siderúrgica Celsa en Castellbisbal... La gran mayoría de estas empresas familiares facturan más de mil millones de euros anuales y son líderes en sus sectores.