El índice de precios al consumo (IPC) es un indicador que se emplea como referencia para medir cuál es la evolución de los precios de los principales bienes y servicios más consumidos por los hogares.
En España, el Instituto Nacional de Estadística (INE) actualiza mensualmente el IPC a partir de los precios de venta de una cesta de la compra tipo de una familia media, en la que se incluyen 955 artículos de diferentes categorías, como alimentación, bebidas, vestido y calzado, vivienda, menaje, medicina, transporte, comunicaciones, ocio y cultura, hoteles, restaurantes y enseñanza, entre otros bienes y servicios.
El índice es un referente para que los bancos centrales establezcan su política monetaria, y se recurre a él también para actualizar los alquileres de vivienda, negociar convenios salariales y para calcular las pensiones.
Subyacente y armonizado
El IPC subyacente es el resultante de completar el cálculo sin incluir los precios de la energía y los alimentos no elaborados (carne, verdura...), de manera que se restan al índice general.
El IPC armonizado es el que utiliza la Unión Europea para comparar la evolución de la inflación en sus diferentes estados miembros en base a una cesta común de productos y servicios.