Sector industrial

Vigo gana un pulso en Madrid con la alta tensión: “Hay que reforzar el suministro”

Industria enmienda a Teresa Ribera y reconoce que la calidad que ofrecen los 132 kilovoltios actuales es escasa para factorías como Stellantis: “Tenemos que buscar la excepcionalidad”

Torres eléctricas que suministran a Balaídos.

La sincronía no es lo que caracteriza el vínculo entre el sector industrial y el Ministerio para la Transición Ecológica. Actividades como la energética, la marítima-pesquera o la automoción han condenado en multitud de ocasiones la “cerrazón” del departamento que dirige Teresa Ribera respecto a las renovables, la prórroga de las concesiones portuarias o la electrificación del parque móvil privado. Una actitud áspera que no han encontrado en la cartera de Industria, con una Reyes Maroto más proclive –defienden– al diálogo y a la conciliación. En Stellantis Vigo conocen bien esta dicotomía en el Gobierno central: Transición Ecológica ha rechazado vehementemente la construcción de una subestación eléctrica en Balaídos para dotar a la antigua PSA-Vigo y a las fabricantes de componentes de una red de 220 kilovoltios, en lugar de la actual de 132, pese a sufrir constantes apagones de tensión. La última vez, como desveló FARO, el 24 de agosto: “ Se carece de evidencias de que la calidad [del suministro] sea particularmente deficiente”, espetó. Una decisión que unió las voces de la industria, el sector empresarial en pleno y las administraciones. El clamor se ha oído en Madrid, que ahora sí se aviene a corregir una anomalía: solo Vigo está fuera del acceso a la muy alta tensión entre las mayores ciudades de España, y ninguna otra fábrica de coches opera con una red eléctrica al ralentí.