Reindustrialización de Zona Franca

QEV se alía con el fondo australiano Goodman para instalarse en los ex terrenos de Nissan

  • El 'hub' de la electromovilidad anuncia su asociación con el fondo inmologístico y reitera su promesa de crear 1.000 empleos directos en tres años en Zona Franca

Joan Orús, CEO de Zeroid, presenta la nueva marca de vehículos eléctricos. / JORDI COTRINA

El proyecto industrial de electromovilidad liderado por QEV y que aspira a instalarse en los antiguos terrenos de Nissan en Zona Franca irá de la mano de la inmobiliaria australiana Goodman. Así lo ha hecho público este jueves en un comunicado, tras anunciarse un día antes la demora -de momento- de un mes para subastar el más de medio millón de metros cuadrados que deja vacíos el fabricante japonés. El retraso en la asignación de los terrenos supone un problema en el calendario de instalación de QEV, ya que inicialmente aspiraba a poder firmar los contratos para instalarse ya en septiembre y empezar a ensamblar los primeros coches durante el 2023. Desde la empresa dirigida por Joan Orús reiteran su compromiso de empezar a fabricar el año que viene, pero puntualizan que lo harán "a finales" del ejercicio. Para ello prometen contratar a 1.000 personas en tres años, la mayoría ex empleados de Nissan.

La alianza entre QEV y Goodman allana el terreno para que sea el fondo inmologístico de origen australiano quien se haga con la licitación de los terrenos. Pues, si bien la vía de asignación es un concurso público y puede presentarse (y ganar) cualquier empresa, las especificidades para el mismo dan mayores puntuaciones a aquellos proyectos que incorporen opciones industriales y, concretamente, de la industria de la electromovilidad. Y, hasta la fecha, el único proyecto que ha mantenido su predisposición para instalarse en Zona Franca desde que Nissan anunció su marcha es QEV, una vez el gran fabricante chino Great Wall Motors -que era la primera opción- se retiró de la ecuación.

La llave para entrar en el conocido como 'Passeig de Gràcia de la logística' de Barcelona es desde hace meses QEV. Esta consultora tecnológica cofundada por Joan Orús, que en 2019 facturó 12,9 millones de euros y especializada en asesorar a marcas de coches eléctricos de alta competición, ha escogido entre sus varios pretendientes logísticos a Goodman. Y es que QEV era un actor condenado a entenderse con la logística, ya que carecía de fondos propios para lanzar a la escala que pretende su gama de furgonetas eléctricas. Y la logística carecía de puerta de acceso a los terrenos que deja Nissan en Zona Franca, ya que desde la Administración -propietario de los mismos- priorizan que parte del suelo se destine a uso industrial y no únicamente logístico.

QEV ha deshojado la margarita durante estos últimos meses y ha acabado oficializando su acuerdo este jueves con el dinero de Goodman. Otros nombres sonaron como posibles parejas de baile, como JLL o Merlin Properties, pero finalmente se han impuesto los australianos. Estos ya hicieron público el diciembre pasado que estaban interesados y tenían capital para invertir. Concretamente publicitaron que se disponían a invertir 550 millones de euros y que con ello podrían crear hasta 3.200 empleos.

"Estamos capacitados y preparados para implementar el plan de negocio inicial y la nueva fecha en la concesión de la licitación no altera el calendario, ni los objetivos en implementación del proyecto. Reiteramos nuestro compromiso con los extrabajadores de Nissan y con la creación de más de 7.000 empleos, entre directos e indirectos, y el inicio de la actividad industrial sigue fijado para finales de 2023”, ha declarado el consejero delegado de QEV. 

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