Perspectivas

La economía avanza en un verano optimista antes de entrar en un otoño de plomo

  • La palabra "recesión" se ha instalado ya en el debate económico con su efecto deprimente sobre la confianza de los agentes económicos

  • La bolsa de ahorro de las familias y los fondos europeos se perfilan como los principales alicientes para combatir el freno de la demanda

Ambiente de verano en una playa de Barcelona. / JORDI OTIX

La economía española se adentra en el tercer trimestre del año, el del verano, bajo el influjo del optimismo del sector turístico. A pesar de que los contagios por covid vuelven a tasas que se creían olvidadas, hay ganas de viajar, de salir y de socializar después de dos años de restricciones. Ni siquiera los preocupantes datos de inflación están mermando las reservas hoteleras o el gasto turístico. Sin embargo, tanto familias como empresas muestran en los indicadores de confianza que son conscientes de que el otoño ya no será tan feliz: la subida de precios, las posibles restricciones en el consumo energético y el alza de tipos de interés esperan a la vuelta de la esquina mientras que la posibilidad de que Estados Unidos o la zona euro entren en recesión cotiza al alza entre los expertos y en los mercados financieros.