Pescanova consuma el “sorpasso” e ingresa más de la acuicultura que por pesca salvaje

Las actividades de cultivo rozan ya el 48% de la cifra de negocios, aunque la extractiva es aun la más rentable | El langostino, rey de las ventas por volumen

Empleados de Pescanova en la filial acuícola de Ecuador, Promarisco. / NPVA

La industria de alimentación con base de proteína marina no camina hacia el dominio de la acuicultura sobre la pesca salvaje; cabalga sin pausa hacia ese punto de inflexión. Hasta la todopoderosa China ha visto reducidas sus capturas en alta mar pese al esfuerzo subvencionado de Pekín en flotas de gran altura, porque el mar ofrece posibilidades finitas. De acuerdo al informe Estado mundial de la pesca, editado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), de los 179 millones de toneladas de pescado producidas en 2020, 82 millones fueron de cultivo. Equivale a un 46%, pero pronto será hegemónica. En el caso de empresas como Nueva Pescanova, una fotografía anual depende de muchos factores que pueden decantar la balanza en favor de un mayor peso de los productos de origen acuícola o salvaje: el estado de las pesquerías, la demanda o posibles enfermedades en las granjas. Lo que es cierto es que, en lo estructural, la multinacional ha experimentado un cambio de paradigma: las actividades de cultivo ya generan más ingresos que las extractivas.

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