Advanced Factories fue la última feria que se celebró en Catalunya antes de de la pesadilla de la pandemia. Este martes abrió las puertas para confirmar una nueva etapa de crecimiento económico que, aunque con mascarilla aún, demuestra que las ferias presenciales vuelven con renovadas energías (más caras también en términos reales). Si en la edición del 2019 los fabricantes de robots como Kuka o ABB eran protagonistas, con estands propios, en esta edición el robot es ‘atrezzo’ común, una herramienta más de todos los expositores y emblema de puerta de entrada para cualquier empresa sensible a su futuro. Es la inteligencia artificial, el manejo sosfisticado de los datos y de las herramientas, la clave futura para las pymes con aspiraciones. Se espera que Advanced Factories atraiga a unos 20.000 visitantes, con un impacto económico de 41 millones de euros para Barcelona. Pero más allá de esas cifras, la feria industrial es un ejemplo práctico de movimientos empresariales de calado, la muestra de las llaves tecnológicas al alcance. Un total de 351 firmas expositoras presentan soluciones industriales y 295 expertos comparten experiencias ante el reto de elevar la productividad y los márgenes.