Informe de coyuntura

Foment ratifica que ómicron y los problemas industriales ralentizarán la recuperación

La patronal advierte que una subida de salarios acorde con la inflación podría complicar el escenario

Fábrica de Seat en Martorell, una de las empresas afectadas por la crisis de suministros / PAU BARRENA (AFP)

La economía catalana se recupera, pero a ritmo más lento que meses atrás y con menor fuelle de lo esperado. Los motivos tras el frenazo no son nuevos: otra inesperada ola de covid, una drástica rotura de 'stock' en la industria y un importante aumento de los precios. "Las previsiones que hacen todos los organismos internacionales van en la línea de consolidar la recuperación de los niveles que teníamos antes de la crisis, ya sea este año o el próximo", aseguran desde Foment del Treball, que a su vez reconoce que en los próximos meses habrá cierto resentimiento de la actividad.

La patronal de la gran empresa catalana ha presentado este miércoles su informe de coyuntura económica, en el que concluye que efectivamente la recuperación se ralentiza, pero que en ningún caso hay señales preocupantes de caída significativa de la economía.

“Tenemos momentos de cierta borrasca, pero todo apunta a que será una borrasca temporal y que podremos avanzar con este proceso de recuperación en todas partes”, ha señalado el secretario general adjunto y director de Economía de la institución, Salvador Guillermo. Este portavoz ha explicado que la nueva ola de pandemia, combinada con los problemas derivados de la falta de suministros, el alto coste de la energía y el aumento “muy significativo” de los precios en general (pero especialmente en la industria) “ha hecho que en todas partes las previsiones tiendan a corregirse a la baja, pero siempre con valores positivos y aún significativos”, ha insistido.

En concreto, Guillermo ha recordado que durante la primavera entidades como el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Europea y la OCDE vaticinaban un crecimiento económico para España en 2021 del 6,4%, del 5,9% y del 5,6% respectivamente. Cerca de acabar el año, estas previsiones han caído alrededor de un punto en los tres casos, pasando al 5,7%, al 4,6% y al 4,5%, de nuevo respectivamente.

Política monetaria dura

Pese a eso, desde Foment han hecho este miércoles hincapié generalizado en que estos datos siguen siendo positivos, si bien sí que detectan cierto peligro a corto plazo en que se negocie una subida de los salarios acorde con el IPC, el Índice de Precios al Consumo.

“Todo el proceso de negociación colectiva debe hacerse con mucha moderación, mucha prudencia y no fijándose en valores actuales, sino en valores relativos a medio plazo”, ha advertido Guillermo. Según el secretario general adjunto de Foment, un aumento significativo de los sueldos podría consolidar los niveles de inflación a medio plazo (a mayor capacidad de consumo, más aumento de precios) y eso, a su vez, acabaría en una política monetaria más dura que frenaría el crecimiento.

A su parecer, la inflación actual (de un 5,5% en noviembre en relación al año pasado, el nivel más alto en casi tres décadas) es un efecto temporal de los problemas de falta de suministros que vive la industria, pero la situación se normalizará en cosa de meses.

De hecho, la receta de este representante patronal para mejorar el nivel de bienestar del país es mejorar sus ratios de productividad, un problema que España arrastra desde antes de la pandemia y que es "imprescindible" resolver, ha concluido, para garantizar el crecimiento económico.