Hace unos días, aproveché para intentar registrar un título en una oficina pública cercana. Para mi sorpresa, vi al entrar que no había nadie, excepto los dos funcionarios que atendían al público. Corrí presuroso hacia la ventanilla, cuando una voz me detuvo: ¿Tiene usted cita previa? Pillado en falta, como suele ocurrir siempre que uno enfrenta a la todopoderosa administración, reconocí avergonzado que no, que no tenía cita previa. Pero, dado que no había nadie más y que mi gestión era muy rápida, tal vez podían atenderme. ¿Y si viene mientras tanto el de la cita previa? Quedé mudo ante tan contundente argumento y me resistí a señalar la obviedad de que seríamos dos atendiendo y dos atendidos. Pues deme usted cita previa, por favor. No podemos, eso tiene que hacerlo por internet.
En concreto
Vuelva usted, con cita previa
Las administraciones españolas han sufrido los embates de los años de austeridad y recortes
Vuelva usted con cita previa /
Lo más visto
- El destino de Daniel Sancho se debate ahora entre la cárcel amable de Samui y la despiadada de Bangkok
- ¿Qué supermercados triunfan más en Catalunya? La 'pole position' de la gran distribución alimentaria se distancia de su competencia
- Este domingo puedes visitar el bosque del Prat que solo abre 10 veces al año
- Buenas noticias: si naciste este año, cobrarás el 100% de la pensión de jubilación
- Catalunya se encomienda a las próximas lluvias y al deshielo para dejar atrás la emergencia por sequía