Exclusión financiera

Cómo sobrevivir en un pueblo sin cajeros automáticos

  • Los vecinos de Cornudella de Montsant, en El Priorat, llevan años protestando por una dificultad de acceder al dinero en metálico que perjudica sus negocios

  • El cierre de oficinas afecta a casi 210.000 catalanes y 443 pequeños municipios y empieza a llegar a núcleos urbanos más poblados como Calafell

  • Las cajas rurales palían la salida de la gran banca de las zonas despobladas

Una mujer paga en efectivo en la panadería-cafetería Aimar, de Cornudella de Montsant, pueblo sin cajeros automáticos. / Ferran Nadeu

Acceder a dinero en efectivo se ha convertido en una odisea para casi 210.000 catalanes que residen en 443 pueblos y pequeños municipios donde las entidades bancarias han optado por desconectar sus cajeros automáticos y convertirlos en algo del pasado. En Cornudella de Montsant, en el corazón de El Priorat, están acostumbrados, pues su última máquina fue eliminada en 2017.

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