Los vientos favorables que llegan de Asia y el enfriamiento de estímulos en occidente parecen inyectar confianza en los mercados internacionales y restar fuelle a la bolsa española. El Ibex cerro en los 8.695,30 puntos tras bajar el 1,2%. La jornada terminó en números rojos y con signos de debilidad suficientes para complicar a corto plazo cualquier subida por encima de la resistencia psicológica de los 9.000 puntos. Pero las decisiones de política económica en Europa influyen en las carteras de valores, casi al mismo nivel que la mejora de las previsiones de crecimiento. El BCE cree que la economía europea crecerá en 2021 al 5%, frente al 4,6% que esperaba en junio, y los precios cerrarán el ejercicio en el 2,2%, frente al 1,9% previo. En este contexto, los inversores deben estar moderadamente optimistas, pero sin olvidar que la renta variable está en zonas de máximos y cualquier excusa puede avivar la tentación de vender y consolidar ganancias. Algunos expertos señalan a los valores cíclicos como los más firmes del Ibex: la industria en mayúsculas parece ser la más valorada.
La bolsa de este 10 de septiembre
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