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Golpe al conservadurismo fiscal

  • El impuesto mínimo adoptado por el G-7 barre 40 años de pensamiento liberal conservador

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El G-7, al aprobar esta semana imponer a las grandes multinacionales un tributo mínimo global sobre sus beneficios societarios, ha barrido de un plumazo más de cuarenta años de hegemonía tributaria de un pensamiento liberal conservador basado en dos supuestos, que suenan muy bien, se repiten mucho en el mundo político, pero que nunca se ha podido demostrar su veracidad en la práctica: bajar impuestos aumenta la recaudación (curva de Laffer) y la deuda pública quita financiación a la inversión privada (crowding out). Ambos, enmarcadas en las tres falacias de Reagan: “el Estado es el problema”, solo lo privado es productivo y los mercados libres se equilibran.