La prejubilación máxima baja a 2.140 euros con el recorte que plantea Escrivá

El nuevo esquema de prejubilaciones que el ministro de Seguridad Social, José Luís Escrivá, ha puesto sobre la mesa de negociación con los agentes sociales busca dos objetivos: De una parte, desincentivar el retiro anticipado voluntario en los dos años previos a la edad legal de jubilación, que en este ejercicio es de 66 años y llegará a los 67 en el 2027. De otra parte, el ministro quiere corregir la “desigualdad” que, desde su punto de vista se produce en las prejubilaciones procedentes de pensiones que no llegan al nivel máximo (y soportan en la actualidad un recorte de hasta el 16%) y las que sí superan este listón (que, según se mire, solo soportan un coeficiente reductor del 4%). Se calcula que alrededor de 1,5 millones de trabajadores cotizan por la base máxima. 1.- ¿Cómo funciona la prejubilación voluntaria? Un trabajador puede adelantar el momento de retiro hasta en dos años previos a la edad legal de jubilación legal que le corresponda. Si la edad legal es de 66 años (como sucede en el 2021 con carácter general), podría ser posible prejubilarse con 64 años (si se ha cotizado un mínimo de 35 años; 15 de ellos inmediatamente anteriores al momento de la jubilación). A cambio, la pensión resultante sufre coeficientes reductores, que se aplican sobre la base de cotización. En la actualidad esos coeficientes son del 2% por cada trimestre que se adelanta la jubilación, hasta llegar al 16% para el caso de un adelanto de 2 años. Así, para un ejemplo en el que la base de cotización resultante es de 2.000 euros, la pensión quedará reducida a 1.960 euros si la jubilación se adelanta un trimestre o a 1.680 euros si se adelanta 2 años. 2.- ¿Qué pretende el ministro Escrivá? El ministro de Seguridad Social ha puesto sobre la mesa de los agentes sociales un nuevo esquema de coeficientes que, en la práctica, endurecen el retiro anticipado en el trimestre previo a la edad legal de jubilación (el coeficiente reductor pasaría del 2% al 3,52% en este caso) y también si este se anticipa dos años (el coeficiente reductor pasaría del 16% al 21%). Para los periodos de jubilación intermedios entre esos dos extremos, sin embargo, la propuesta del ministro suaviza los coeficientes reductores. Siguiendo con el ejemplo anterior, para una base de cotización de 2.000 euros, los coeficientes que plantea ahora el ministro darían como resultado una pensión de 1.929 euros con una prejubilación de tres meses (en lugar de los 1.960 euros del esquema actual) ó de 1.580 euros si esta es de dos años (frente a los 1.960 euros que resultan con el actual esquema). Este endurecimiento debería entrar en vigor a partir de enero próximo, según los planes del ministro, que también plantea hacerlo de forma gradual. 3.-¿Qué pasa con las pensiones máximas? En España, por muy alto que sean los salarios, solo cotizan a la Seguridad Social por la llamada “base máxima de cotización”, que este año es de 4.070,10 euros. Y por muy alto que sean los salarios, y aunque se cotice por 4.070,10 euros, la pensión máxima es de 2.707,49 euros. Si un trabajador en base máxima se prejubila con dos años de antelación, el actual coeficiente del 16% no hace mella en él. La base para el cálculo de la pensión bajaría de 4.070, 10 euros a 3.418,9 euros. Y daría igual, porque la pensión seguiría siendo de 2.707,49 euros. Por eso, en el 2013 se cambió la ley de la Seguridad Social y se introdujo el artículo 210.3 con una penalización del 0,5% sobre la pensión resultante (no, sobre la base de cotización) por cada trimestre de jubilación anticipada en el caso de una pensión máxima. Esta nueva regla lleva a aplicar un coeficiente reductor del 4% sobre la pensión máxima (no sobre la base) de quien opte a prejubilarse con dos años de anticipación. En este momento, eso supone que la actual pensión máxima de 2.707,49 euros queda reducida en 108,29 euros (el 4%), hasta los 2.599 euros para quien adelante su jubilación en 24 meses. 4.- ¿Qué plantea Escrivá en este caso? Para las pensiones máximas, Escrivá plantea pasar de este coeficiente reductor del 4% a otro del 21%, aplicado sobre la pensión teórica, de forma progresiva en los 12 próximos años. Con las cantidades actuales, eso supondría recortar la pensión máxima actual de 2.707,49 euros en 568 euros, hasta los 2.139 euros al final del proceso. Estas cantidades solo son un ejercicio teórico, para intentar entender la propuesta. Lógicamente la pensión máxima de dentro de 12 años no será la misma que la actual, con lo cual las cantidades indicadas, tampoco. Solo son un ejercicio teórico . El paso del 4% al 21% al cabo de doce años se haría de forma gradual. Así, por ejemplo, el trabajador en base máxima que se prejubile en el 2022 podría subir un coeficiente reductor del 5,4%; y en el 2023, del 6,8% (si el reparto se hace de forma proporcional); así hasta llegar al 21% en el 2034 (doce años después). Con todo, no es seguro que salga adelante la propuesta que el ministro ha puesto sobre la mesa, pues ha causado malestar, al menos, en la patronal. 5.-¿Qué tiene de bueno aumentar los coeficientes reductores por prejubilación para las pensiones máximas? Desde la óptica del ministro, añadiría equidad al sistema, a favor de los trabajadores con ingresos por debajo de la base máxima. También ahorraría recursos a la Seguridad Social, al pagar menos a este colectivo. Además, penalizar más la jubilación anticipada ayudaría a elevar la edad efectiva de jubilación, que es uno de los objetivos que busca el Gobierno para contribuir a la estabilidad financiera del sistema de la Seguridad Social. 6.- ¿Qué tiene de malo? Los detractores de la propuesta subrayan que los trabajadores con salarios más altos ya sufren 'de facto' un recorte del 28,85% en su pensión. Ello es --explican-- porque cotizan a la Seguridad Social por una base de 4.070,10 euros pero reciben una pensión que como máximo es de 2.707 euros, en la actualidad. La distancia entre una y otra cifra es del 28,85% y forma parte del esquema solidario inherente del sistema de Seguridad Social, en el que las rentas más altas hacen una mayor contribución al modelo. Desde el punto de vista de los detractores, añadir un recorte adicional de hasta el 21% "supondría una doble penalización, hasta niveles casi confiscatorios” , según algunas opiniones recabadas entre la patronal.

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