El Ibex 35 rompió este martes la racha de cuatro jornadas consecutivas superando los máximos anuales y cayó el 1,72%, ya por debajo de la cota psicológica de los 9.000 puntos. En concreto, el selectivo español retrocedió hasta los 8.987,2 puntos por las notables subidas de las materias primas y la tendencia bajista en las bolsas europeas. El elevado nivel de plusvalías acumuladas en el último año invita más a consolidar beneficios y abrir nuevas posiciones que a quedarse quieto con ganancias latentes. El temor a tensiones inflacionistas parece todavía una excusa para aflorar el éxito inversor acumulado, pero algunos analistas han llegado a apuntar que el IPC interanual de EEUU en abril podría elevarse hasta el 3,6%, un nivel que contrasta con las políticas de tipos cero a las que se mantiene aferrada la Fed para reactivar la economía. IAG y Fluidra volvieron a ser protagonistas del 'parquet', pero esta vez no por nuevas subidas sino por recortes de relevancia, superiores al 7%. La inestabilidad de los valores bancarios también es un elemento clave para temer por una caída de los índices generales. El Dax alemán se dejó un 1,82%; el Cac francés, un 1,86%; el Mib italiano, un 1,64% y el Ftse británico, un 2,47%. La bolsa española no podía estar en ningún caso al margen de lo que sucedía en Europa y en Wall Street.