La factoría valenciana del fabricante de trenes Stadler quiere aprovechar los fondos europeos de reconstrucción para impulsar el desarrollo de locomotoras propulsadas por hidrógeno y baterías eléctricas como alternativa a las diésel. El nicho de negocio es importante ya que alrededor del 45% de las líneas ferroviarias europeas no están electrificadas, lo que representa unos 80.000 kilómetros de vías. El porcentaje en España es del 37% y por sus vías sin catenaria circulan diariamente unas 400 locomotoras diésel. La tecnología para acabar con estas máquinas (que a largo plazo tienen sus días contados por los compromisos de reducción de emisiones) existe, pero lanzar los primeros modelos es complicado sin ayuda de la Administración, según asegura la compañía. La empresa tiene 123 años de historia y en la última década ha crecido con fuerza. El proceso de fabricación de los trenes de Stadler es muy artesanal. Las tiradas son cortas y no se puede robotizar la producción como ocurre con el automóvil, donde se producen dos millones de unidades de un mismo modelo. "Tenemos una dependencia absoluta de los soldadores", resaltan desde la compañía.
Stadler
En busca del tren del futuro
Stadler quiere impulsar las locomotoras de hidrógeno en su fábrica de Valencia y opta a los fondos europeos
Planta de Stadler en Albuixech (Valencia) /
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