La empresa familiar se resiste a perder protagonismo en el sector agrario. Esta semana, bajo el auspicio de la ONU, se ha creado en España el Comité Español del Decenio de la Agricultura Familiar (CEDAF). La plataforma, constituida por organizaciones agrarias, rurales, medioambientales, forestales, de consumidores, de periodistas, de agricultura ecológica y expertos de diversas universidades, pretende impulsar un modelo de producción de alimentos sostenible y alejado de las corrientes especulativas que muestran interés creciente en el sector primario. La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) será la entidad coordinadora del Comité hasta el 2022. Para Lorenzo Ramos, secretario general de UPA, "el modelo agrícola familiar es una de las mejores recetas para solucionar las crisis, un modelo que no se deslocaliza". Las explotaciones familiares suponen más del 60% de la producción en España, pero hasta ahora no se ha esquematizado demasiado su composición ni necesidades. En ocasiones incluso han perdido protagonismo frente otro tipo de explotaciones intensivas y con gran capacidad de inversión. Como consecuencia de ese modelo intensivo, los precios tienden a desplomarse hasta estar por debajo de los costes en determinadas explotaciones familiares.