Tres de cada cuatro empleados de pequeñas empresas españolas han afirmado que prefieren trabajar en remoto en la segunda ola de la COVID-19. Según datos de un estudio elaborado por Ricoh Europa, gran parte de los empleados de pymes han apostado por esta fórmula a pesar de que no todos “disponen aún de la tecnología necesaria para poder trabajar desde casa de manera eficiente y segura”.
En este sentido, el informe destaca que el 49% de los encuestados ha usado sus dispositivos personales para teletrabajar durante el confinamiento. Además, un 31% ha tenido problemas técnicos y de comunicación que le han dificultado el trabajo y un 26% ha asegurado que le faltan las herramientas adecuadas para colaborar con sus equipos.
Por otra parte, otro 31% ha opinado que le falta formación para adaptarse con éxito a las nuevas maneras de trabajar.
En consecuencia, el informe apunta que las pequeñas empresas españolas tienen un 42% más de probabilidades que las grandes de perder empleados debido a estas carencias.
Al ser preguntados por el futuro del teletrabajo, un 64% ha considerado que podría ser la forma de trabajar estándar de su empresa y un 53% ha afirmado que la oficina tradicional no existirá como tal en 10 años.