FORMACIÓN A DISTANCIA

La educación online convivirá con la presencial si cumple tres retos

La educación online ha llegado para quedarse, pero antes debe conseguir sus tres retos

La cuarentena ha cambiado muchos hábitos y rutinas del día a día, como por ejemplo recibir educación en casa. La educación online ha llegado para quedarse, pero antes debe conseguir sus tres retos: adaptar tecnología, metodología y contenido.

Nacho Pinedo, ceo de ISDI, durante una clase / ISDI

El confinamiento ha sido un gran entrenamiento para que el teletrabajo y la educación online se queden entre nosotros. Los expertos coinciden en que ambas modalidades por si solas no funcionarán, pero sí de manera híbrida. De hecho, el 77% de los trabajadores quiere instalar el modelo híbrido: trabajo presencial y teletrabajo. Entre los estudiantes el porcentaje también es alto porque muchos de ellos no pueden desplazarse hasta el lugar. La educación online se queda, pero tiene tres retos por delante. 

“Estos meses se ha improvisado mucho”, asegura Nacho Pinedo, fundador y CEO de ISDI (escuela de negocios online). Tal y como explica la educación online estaba desde hace tiempo, pero “no se le estaba dando ni el cariño ni la credibilidad, ni se estaba utilizando de manera correcta”. Además, señala que el confinamiento ha sido un experimento mundial, “porque en todo el mundo profesores y alumnos se han visto inmersos en la educaicón online, quisieran o no”. 

Pinedo se muestra rotundo asegurnado que la educación online ha llegado para quedarse, pero para ello se tienen que conseguir tres retos. El primero de ellos es la tecnología, aunque el ceo de ISDI asegura que no es lo más importante, pero resalta que durante estos meses de cuarentena se ha aprendido rápido, “ya sabemos perfectamente cuál es la diferencia entre zoom, teams o meet”. Añade que la exigencia tecnológica actual es mucho más alta que al principio “porque hemos podido comprobar muchas cosas”. 

El segundo de los retos es el de los contenidos, porque “no son los mismos que se tienen que utilizar para la educación presencial”. Nacho Pinedo ejemplifica con ISDI, donde están dando clases físicas en el centro educativos, pero animan a los alumnos que no quieran ir que sigan esa misma clase online, “diseñada desde dos puntos de vista”. 

El tercer reto es el de la metodología “totalmente diferente”. Para las clases online hay un modelo de producción e interacción diferente, “no es solo poner una cámara”. Pinedo explica que hay que habilitar unas plataformas para que los alumnos interactúen y generar un modelo a través de plataformas para que “el consumo de esa clase se óptimo”.

Tecnología, contenidos y metodología son los tres retos a los que se enfrenta la educación online. “Hay un triángulo entre estos tres conceptos, que si se ejecutan bien nos llevan a una formación online de calidad, pero que si se ejecutan mal cualquiera de estas piezas la cosa no funciona”, señala el CEO ISDI.

Sin embargo, “hay un reto anterior a todo esto que es la actitud para hacerlo” y asegura que “hasta ahora lo que se ha hecho estos meses ha sido parchear”. Ante un problema que había que resolver de una manera urgente las instituciones han forzado esta educación online, pero sin haber generado una metodología y en muchos casos con unas plataformas inadecuadas, “con esto estaremos generando un modelo que jamás va a funcionar, que no va a tener la confianza ni la credibilidad, ni resultados”, apunta Nacho Pinedo.

El futuro es el modelo híbrido

“Al final lo que queremos es que haya un modelo híbrido”, afirma el ceo de ISDI, porque “ni una cosa es tan buena, ni lo otro es tan malo”. Por ello, el objetivo es buscar algo que se adecúe a las necesidades formativas de alumnos y profesores. “Combinar necesidades personales con las profesionales, pero por otro lado que genere una eficiencia”, explica Pinedo. No obstante, reconoce que entre los más pequeños es importante la relación social física, pero que hay otros aspectos que se pueden sustituir “perfectamente”. 

Nacho Pinedo reconoce que después de tanto tiempo encerrados en casa la gente va a buscar esa relación social negada durante los tres meses, “pero también nos hemos acostumbrado a una forma de trabajar que se ha visto que es eficiente”. Pinedo explica que el centro tiene que marcar que clases tienen que presenciales y cuáles no “porque las clases tienen que estar diseñadas específicamente para un modo u otro”. Reconoce que hay un terreno gris en el que hay unas clases que se pueden consumir y administrar de manera híbrida y” ahí lo interesante es dar la opción al alumno”,

El modelo híbrido es el que hace más eficiente la educación y es el que permite que la conciliación entre la vida familiar y profesional tanto de alumnos como de profesores sea más eficiente. “Hay algunas clases relacionadas con tecnologías en las que muchas veces es mejor la clase online porque permite parar y volver a repetir lo que ha estado viendo, antes de seguir avanzando, ir a su ritmo”, explica. 

Explica que ISDI hay un máster que es online durante nueve meses, pero que durante tres semanas hacen unos encuentros para que los alumnos de todo el mundo se puedan conocer. “Son momentos muy intensos que permiten volver a las clases online de otra manera porque ya has conocido a las personas”, apunta. Y concluye que la educación online “tiene una gran ventaja”, ya que el alumno puede recibir clases de un profesor magnífico que esté en el otro lado del mundo, “y que sin las clases online no podrías recibir”.