en busca de un plan de apoyo

Gobierno, Generalitat y agentes sociales buscan una salida a la crisis de Nissan

La ministra de Industria, Reyes Maroto, ha mantenido un contacto telemático con todos los actores implicados para tratar de reconducir la decisión de la compañía

Zona Franca y Foment se unen a los sindicatos y los consistorios afectados por el cierre de las plantas de la marca japonesa para hacer un frente común

Trabajadores de Nissan, en la protesta que llevaron a cabo el pasado viernes en la Gran Via de Barcelona. / EUROPA PRESS

Después de acudir a una maratoniana sesión en el Senado, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto se ha reunido esta tarde de manera telemática con todos los actores políticos y sociales implicados en el cierre de las plantas de Nissan en Catalunya.

Han participado en esta reunión para valorar la situación, además de la ministra, Ángels Chacón, consellera d'Empresa i Coneixement de la Generalitat de Catalunya, Jaume Collboni, primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Laura Campos, alcaldesa de Montcada i Reixach, Manuel Enric Llorca, alcalde de Sant Andreu de la Barca, Javier Pacheco, secretario general de CCOO de Cataluña, Camil Ros, secretario general de UGT de Cataluña, Pedro Ayllón, secretario general de la Federación de Industria de USO, Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment del Treball Nacional, Teresa Cunillera, delegada del Gobierno en Cataluña, Raül Blanco, secretario general de Industria y Pyme del Ministerio, y Pere Navarro, Delegado Especial del Consorcio Zona Franca de Barcelona.

En el encuentro, previsto a las 19:00 horas, pero que se ha tenido que retrasar más de una hora por la comparecencia de la ministra en el Senado, se han trazado los planes para establecer una unidad de acción de las diferentes administraciones y entidades empresariales y sindicales ante el anuncio de Nissan del pasado jueves 28 de mayo.

Un frente común

No se ha tomado ninguna decisión relevante pero sí se ha establecido una hoja de ruta para mantener el mismo discurso ante la multinacional japonesa a partir de ahora. Minutos antes del encuentro, la propia ministra ya había esbozado ante los senadores que "es necesario hacer un frente común de los diferentes partidos políticos para defender los puestos de trabajo en Nissan".

Los asistentes a la reunión han acordado cinco puntos estratégicos. El primero es reafirmar el apoyo tanto a los trabajadores directos de Nissan como a los de las empresas auxiliares y sus familias. El segundo "reforzar la unidad de acción en las próximas semanas, con el objetivo de instar a la empresa japonesa a cumplir con su responsabilidad social con el territorio que la ha acogido durante cuarenta años".

La tercera propuesta conjunta es reiterar ante la dirección de Nissan "la viabilidad de las plantas de Nissan a través del plan elaborado por el Ministerio de Industria y la Generalitat de Catalunya, con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona y el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona", cuyos representantes aprovecharon para mostrar toda la convicción y toda la furerza para tratar de revertir la decisión comunicada por Makoto Uchida.

Los dos últimos puntos acordados invitar a todas las fuerzas políticas y sociales a "insistir en lograr mantener la actividad de Nissan y del parque de proveedores, asi como renovar la firme apuesta del conjunto de administraciones, patronal y sindicatos por la automoción catalana, así como el compromiso con el conjunto de la industria, como sector clave de futuro".

Carta de todos los partidos

A esta iniciativa institucional hay que sumar la que todos los partidos políticos con representación en el Congreso de los Diputados tuvieron ayer y que se materializó en una carta conjunta dirigida al CEO de Nissan Motor Company en la que reclamaban una solución. Piden a Makoto Uchida que recapacite sobre la decisión de cerrar todas las plantas catalanas de la compañía. En la misiva entienden que «la continuidad de la planta de Nissan en Barcelona «sería una buena noticia» para la propia ciudad, para Catalunya, para España, para Europa y «también para la empresa».  Las tres factorías catalanas dan trabajo directo a unas 3.000 personas, aunque el cierre de la multinacional pondría en jaque otros 20.000 empleos indirectos en proveedores y subcontratas.

Una lucha de todos

En la comparecencia en el Senado, Reyes Maroto, respondió a las preguntas sobre el automóvil y sobre Nissan que se le plantearon durante la comparecencia de los miembros del Gobierno ayer en el Senado. La ministra mostró «toda la solidaridad con los trabajadores de Nissan» y recordó que se sigue trabajando desde el propio Ejecutivo para intentar enderezar la situación, al mismo tiempo que ensalzó «el trabajo de la Generalitat y los sindicatos para defender el ecosistema de la automoción que hay en Catalunya».

Preguntada por el senador Josep Lluís Cleríes (JxCat) sobre el boicot a Nissan detectado por parte de los socios del Gobierno en el Ayuntamiento de Barcelona, los ‘comuns’, y recordando que la teniente de alcalde de Movilidad Janet Sanz manifestó que habría que «evitar que se vuelva a reactivar el sector del automóvil», la ministra respondió que el objetivo es «sumar esfuerzos en una lucha que es de todos», comentó.

1.450 millones para cerrar

Según informes internos de la multinacional, el coste de cerrar las plantas de Nissan en Barcelona alcanza los 1.450 millones de euros, sumando indemnizaciones a personal y proveedores, amortizaciones anticipadas, transferencia de maquinaria y devolución de subvenciones.

En estos informes internos, la compañía reconocería que el coste de cerrar Barcelona tardará en recuperarse casi siete años y que invertir para mantener las plantas habría resultado más barato, con una inyección de recursos de 398 millones ayudas públicas de 70 millones