INFRAESTRUCTURAS

Port de BCN asegura que el covid-19 no frenará las inversiones

La infraestructura prevé 71 millones de inversión, en la que se incluye un millón más de lo previsto para digitalización y ciberseguridad

La rebaja de ingresos por las ayudas a clientes del puerto recortará ingresos pero sin afectar los planes de desarrollo

La presidenta de Port de Barcelona, Mercé Conesa, y el director general, José Alberto Carbonell.  / RICARD CUGAT

Port de Barcelona asegura que el Plan de Choque de Medidas Económicas contra los efectos de la pandemia de coronavirus "no afectará a la previsión de inversiones hecha para este ejercicio". Según la presidenta del puerto de Barcelona, Mercè Conesa, está previsto que se pongan a disposición del tejido empresarial 56 millones de euros para aguantar el golpe de la pandemia, lo que "provocará, sin duda, una rebaja en los ingresos que tendremos este año. pero

estas medidas de choque no afectarán a la previsión de inversiones", asegúró Conesa. 

"La grave crisis del año 2008 nos está sirviendo de guía para estudiar medidas de futuro", añade la presidenta del Puerto de Barcelona y una de estas medidas es dar un fuerte impulso a la obra pública, favoreciendo así la contratación de personal en las empresas del sector. El plan de inversiones previsto ya contemplaba un gasto de 71 millones de euros en obra pública -nuevos accesos ferroviarios, nueva Terminal Intermodal Puerto de Barcelona, remodelación del edificio ASTA, ampliación del Muelle Adosado, nuevo atraque para servicios portuarios, entre otros-, una cantidad a la que hay que sumar otras inversiones en digitalización y ciberseguridad por valor de un millón de euros, novedad fundamental respecto del anterior plan inversor.

Aunque Conesa reconoce que a principios de este año se minuvaloró el riesgo de la pandemia, defiende los ejes principales del plan estratégico prediseñado, cuyos tres ejes son reforzar las infraestructuras, potenciar los tráficos estratégicos internacionales y especialmente los lazos con Asia, para conseguir que Barcelona sea la puerta de entrada de las mercancías de China y otros países de la zona hacia el resto de Europa.