Internet se ha convertido en el primer destino en el que buscar opiniones sobre un producto o servicio antes de realizar cualquier compra. Los consumidores revisan las redes sociales de un negocio y también espacios para valoraciones como los de TripAdvisor, Google o Amazon y la información que encuentren será uno de los factores que contribuyan a la toma la decisión. 

Según explica Dispitch.io en un informe publicado hoy, el 70% de los clientes solamente publican opiniones tras una mala experiencia, lo que supone que la amplia mayoría de los comentarios serán negativos. El problema aumenta cuando las opiniones o reviews no están generadas por un mal servicio o un producto defectuoso, sino que simplemente son falsas.

Este tipo de acciones malintencionadas, difíciles de controlar, las sufren el 90% de los negocios consultados por Dispitch.io. Además, se incrementan durante la campaña de Navidad, cuando pueden llegar a multiplicarse por 10 estas fake reviews.      

Como consecuencia, la empresa está expuesta a sufrir una crisis de reputación online que le pasará factura. Y es que este tipo de comentarios negativos puede influir de forma decisiva en la compra, llegando a disuadir al consumidor, y generar pérdidas de hasta el 40% en los negocios que no apliquen estrategias para contrarrestar las opiniones negativas.