Según datos de la OCU, solo 1 de cada 10 consumidores conoce realmente el significado de la terminología que aparece en su factura de la luz. Este desconocimiento puede llevarnos a que paguemos más por nuestros recibos, o que tengamos contratada una potencia superior a la necesaria. Una falta de información que según la organización de consumidores, favorece a las compañías eléctricas.
El recibo de la luz nos muestra dos tipos de costes: uno por el que pagamos por cada kW de potencia que hemos contratado, y otro variable que dependerá de la electricidad consumida. A esta cifra habrá que sumarle los impuestos o el alquiler de los contadores entre otros costes.
Según la OCU, estos son los principales conceptos que podemos encontrarnos en nuestras facturas de la luz:
1. Nombre de la compañía: nos permite conocer si estamos en el mercado libre (con el que cada compañía eléctrica puede fijar sus propias tarifas), o en el regulado (mediante el cual todas las compañías estructuran de la misma manera las facturas).
2. Periodo de consumo: cambia de bimestral a mensual desde el momento en que tenemos instalado el nuevo contador con telegestión.
3. Fecha de límite de pago: fecha límite para poder hacer nuestro pago, en ejemplo se trata de dos semanas después de la fecha final del periodo de consumo
4. Potencia contratada: por lo general la potencia contratada oscila entre 3.3 y 4.6kW. Por debajo de 3 se puede pedir el bono social, y por encima de 10kW, ya no se tiene derecho a la tarifa PVPC del mercado regulado.
5. Referencia del contrato de suministro: se trata de un dato fundamental de identificación, aunque a veces es más importante el conocido como CUPS (Código Unificado de Punto de Suministro), que identifica tu instalación aunque cambies de compañía.
6. Peaje de acceso: la tarifa peaje se calcula en función de la tarifa contratada. El número 2.0 hace referencia a que es menos de 10kW, y certifica si tienes o no tarifa de discriminación horaria (DHA o A). A través de esta tarifa pagas por el uso de las redes de transporte, las de distribución, y otros costes regulados.
7. Facturación por potencia contratada: cuanto más potencia contrates, más alto será el precio que deberás pagar. Este dato comprende el peaje y el margen de comercialización (4€ al año por kW contratado). Se averigua multiplicando los kW contratados, por el precio diario y el número de días facturados.
8. Facturación por energía consumida: Se paga por lo que realmente has consumido. En el mercado regulado se divide entre tarifa de acceso (0,044027 €/kW para la tarifa del ejemplo 2.0A), y el coste de la energía en el mercado mayorista (este coste va cambiando en cada factura).
9. Impuesto sobre la electricidad: 5,11269632% (según el ejemplo)
10. Alquiler de equipos de media: Se calcula multiplicando el número de días de facturación (en el ejemplo 27 días), por el precio del alquiler del contador (0,0226630€/dia en el ejemplo).
11. IVA: Se aplica el tipo impositivo del 21% a la suma total de la factura (en el ejemplo).