Comienza la primera de las tres jornadas de paros -8, 10 y 13 de enero- en Ryanair convocadas por los sindicatos de tripulantes de cabina USO y Sitcpla en 2019. Los 'azafatos' hacen huelga para exigir a la aerolínea cumplir con la legislación laboral española, sin embargo, su afectación a los pasajeros será muy limitada gracias a los servicios mínimos decretados por Fomento. De hecho, la 'low cost' señaló en Twitter que esperaba operar este martes "la programación completa de los vuelos desde/hacia (y dentro de España)".
Esta es la quinta jornada de protestas de los tripulantes de cabina que ya celebraron sonadas huelgas los días 25 y 26 de julio y 28 de septiembre, aunque entonces contaron con el apoyo de otros países como Portugal, Italia, Alemania, Holanda o Bélgica. Esta vez, sin embargo, la protesta corre a cargo únicamente de los tripulantes españoles, los únicos que no han logrado llegar a un acuerdo con la compañía.
El principal escollo en la negociación es el reclamo de los sindicatos para establecer un trasvase escalonado de los trabajadores contratados a través de las agencias Crewlink y Workforce –el 75% de los tripulantes de cabina- hacia contratos indefinidos en Ryanair, así como la creación de una ETT para contrataciones "realmente temporales", ante lo cual no cede la compañía.