Turquía ha centrado todas las miradas de los inversores durante esta semana de agosto, y la tensión desatada entre Ankara y Washington no podía traer sino noticias negativas. El Ibex 35, el principal indicador de la bolsa española, cerró la semana con un leve descenso del 0,11% arrastrado por la banca y los grandes valores, lo que le llevó a acumular una caída semanal del 1,92%.
La jornada del viernes estuvo marcada por el dato de la tasa de inflación interanual de la eurozona, que aumentó hasta el 2,1 % en julio, una décima más que el mes anterior, con lo que supera el objetivo de precios del Banco Central Europeo. También por el acercamiento entre Washington y Pekín, y por el dato de la deuda española.
Pero hay motivos que pasan más entre los inversores. Y con las principales plazas europeas en rojo, y con Wall Street debatiéndose entre el rojo y el verde, el Ibex optó por terminar la semana con un pequeño descenso.