Primero de mayo

Sin cánticos bajo la lluvia

El protagonismo de la mujer y los trasfondos políticos marcan la manifestación del 1 de mayo en Barcelona

Unas 30.000 personas acudieron a la manifestación, según los sindicatos, 8.000 según la Guardia Urbana

Cabecera de la manifestación en Barcelona. / RICARD FADRIQUE

Un primero de mayo bajo la lluvia. Los temores sindicales se cumplieron y este martes 1 de mayo la lluvia ganó la batalla y mermó asistencia a la manifestación convocada en Barcelona con motivo del Día del Trabajador. Unos 30.000 asistentes, según los convocantes, y 8.000 según la Guardia Urbana. El largo lema 'Igualdad, mejor ocupación, salarios más altos y pensiones dignas' pareció también este año una carta de intenciones compleja de conseguir a corto plazo y cedió protagonismo a la mujer y a la protesta contra la reciente sentencia del 'caso La Manada', cuya pancarta presidió la manifestación. Todos los partidos tuvieron presencia en la marcha este año excepto Ciudadanos, que eludió la foto con CCOO y UGT por su posición en el conflicto independentista catalán.

Los 40 litros por metro cuadrado caídos a primera hora de la mañana desdibujaron una jornada de reivindicaciones variadas, pero los sindicatos insistieron en entender que debe ser un punto de inflexión en las movilizaciones ciudadanas de contenido laboral y clave para la urgente recuperación de los salarios en España. 

Negociación colectiva

El secretario general de CCOO en Catalunya, Javier Pacheco, considera que este punto de inflexión se va a notar en los próximos meses en el traspaso del conflicto en la negociación colectiva a las calles: "La negociación colectiva está bloqueada por la patronal y las movilizaciones de los sectores industriales en catalunya van a salir a la calle. La subida salarial mínima será del 3,1% pero en el caso de las empresas que van bien será muy superior", afirmó arropado por los suyos en la manifestación. El objetivo sindical es que las alzas salariales se vinculen a la productividad, por lo que los incrementos del 5% o 6% son posibles. El sindicalismo industrial de la vieja escuela tiene en Pacheco un líder indiscutible. 

Unidad

El secretario general de UGT Catalunya, Camil Ros, reclamó antes del inicio de la marcha una llamada a la unidad de los trabajadores: "Nos quieren dividir entre nosotros por la lengua que hablamos, por lo que pensamos, por la categoría profesional que tenemos", por lo que abogó por "combinar las luchas". "A la clase trabajadora hay más cosas que las unen que las separan", añadió.

Los asistentes, más cientos que miles, respondieron este 1 de mayo como se espera. De edad más próxima a la jubilación que a la mayoría de edad, cantaron poco 'La Internacional' tras finalizar los parlamentos, y menos de lo esperado el himno de Catalunya. "No esta la situación para muchos himnos", comentaba uno de los presentes a sus compañeros.

Para muchos de los asistentes el Primero de Mayo es tradición: "Llevo 33 años afiliado a la UGT, tercera generación de sindicalistas de la UGTy evidentemente además de los motivos que me unen a esta organización y la defensa de los derechos de la clase trabajadora también mi asistencia tiene un componente sentimental, un abuelo fusilado durante la guerra civil por ser miembro de la UGT", explica Ramon. 

En opinión de Cristina Molina, afiliada de base de CCOO, la asistencia a la manifestación del Primero de Mayo está impulsada por "las ganas de reivindicar": "Creo que hemos despertado un poco en la manera de reivindicar y conseguir objetivos. Existe una cierta contaminación política pero la lucha obrera es nuestra y nadie puede arrebatárnosla. Es una lucha transversal y la política no puede restar fuerza a las reivindicaciones de los trabajadores".

Boicot de Ciudadanos

Otro elemento que afectó a la jornada del Primero de Mayo en Catalunya fue el boicot de Ciudadanos, ante el posicionamiento de los sindicatos ante el conflicto político catalán. La portavoz adjunta de Ciudadanos (Cs) en el Parlamento catalán, Sonia Sierra, reprochó a los principales sindicatos catalanes que "hayan preferido ir de la mano de los partidos separatistas que tanto daño han hecho con su proyecto independentista" en lugar de "respetar la pluralidad de todos sus afiliados".

El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, criticó que Cs no participase en la manifestación y lo atribuyó a que "son de derechas" y a que quieren ser el relevo de derechas del PP. Recordó también que tampoco participaron en las movilizaciones feministas del 8 de marzo. Por otra parte, Iceta reclamó que la "incipiente recuperación económica" llegue a toda la población: "Hay que dar un mensaje de esperanza a la gente más joven que busca oportunidades y no las encuentra".

El adjunto a la Presidencia de ERC, Pere Aragonès, ha destacado que este año la movilización sirve para pedir la libertad de los presos soberanistas, el respeto de los derechos civiles y políticos, y "el retorno libre de las personas que se encuentran exiliadas". Ha criticado que se vive una "ola reaccionaria contra los derechos civiles y libertades que afecta a todos; no solo a los independentistas, sino también a otros movimientos sociales".